En el corazón del centro de Portland, Oregón, dentro del bullicioso SW Naito Parkway, se encuentra un encantador y peculiar hito que ostenta el título del parque más pequeño del mundo. Mill Ends Park, un diminuto pero encantador círculo de vegetación, mide solo 2 pies de diámetro y abarca un área de 452 pulgadas cuadradas. A pesar de su tamaño minúsculo, este parque ha capturado los corazones de los locales y visitantes por igual, convirtiéndose en un símbolo del espíritu creativo y singular de Portland.
La historia de Mill Ends Park comienza en 1948, cuando un agujero destinado a un poste de luz quedó vacío, permitiendo que crecieran malas hierbas en su lugar. Dick Fagan, un columnista de The Oregon Journal, decidió tomar cartas en el asunto. Desde la ventana de su oficina que daba al camellón, Fagan plantó flores en el agujero y lo nombró en honor a su columna, Mill Ends, que se refería a los restos de madera en los aserraderos. Así nació Mill Ends Park, transformando un pedazo de tierra sin importancia en un encantador oasis urbano.
La imaginación caprichosa de Fagan dio lugar a la leyenda de Mill Ends Park como la única colonia de duendes al oeste de Irlanda. Según Fagan, una vez vio a un duende llamado Patrick O'Toole cavando en el agujero. Aprovechando la oportunidad, Fagan capturó al duende y se le concedió un deseo. Sin embargo, como no especificó el tamaño del parque que deseaba, el duende le otorgó el diminuto terreno. A lo largo de los años, la columna de Fagan presentó numerosas historias sobre el parque y su jefe duende, añadiendo al encanto de su leyenda.
A pesar de su pequeño tamaño, Mill Ends Park ha visto una variedad de instalaciones únicas y creativas a lo largo de las décadas. Desde una piscina para mariposas con trampolín hasta una rueda de la fortuna en miniatura entregada por una grúa de tamaño real, el parque ha evolucionado continuamente, reflejando el espíritu lúdico e imaginativo de Portland. En el Día de San Patricio, el parque a menudo alberga festividades, incluyendo visitas de duendes, picnics y conciertos de la banda de gaitas Clan Macleay.
Después de la muerte de Dick Fagan en 1969, el parque continuó siendo cuidado por otros que apreciaban su encanto y significado. En 1976, Mill Ends Park fue designado oficialmente como un parque de la ciudad, consolidando su lugar en la historia de Portland. El parque ha enfrentado desafíos, incluyendo reubicaciones temporales durante la construcción de carreteras y el robo ocasional de su árbol. Sin embargo, cada vez, el parque ha sido restaurado y rejuvenecido, demostrando la dedicación de la comunidad para preservar este hito único.
Mill Ends Park es más que un pequeño parche de vegetación; es un testimonio del carácter creativo y caprichoso de Portland. La popularidad duradera del parque y las historias que lo rodean reflejan la aceptación de la ciudad de lo poco convencional y encantador. Los visitantes de Portland a menudo se sienten atraídos por esta maravilla en miniatura, ansiosos por presenciar el parque más pequeño del mundo y las historias que alberga.
Ubicado cerca de la calle SW Taylor a lo largo del río Willamette, Mill Ends Park es fácilmente accesible para los visitantes que exploran el centro de Portland. Aunque el parque en sí es pequeño, su impacto es cualquier cosa menos insignificante. Al pararse frente a este pequeño círculo de vegetación, tómese un momento para apreciar la creatividad e imaginación que lo trajeron a la vida. Ya sea que sea un local o un visitante, Mill Ends Park ofrece un recordatorio encantador de que incluso los espacios más pequeños pueden contener un mundo de maravillas.
En conclusión, Mill Ends Park es un hito único y querido que encarna el espíritu de Portland. Su rica historia, leyendas caprichosas e instalaciones siempre cambiantes lo convierten en un destino imprescindible para cualquiera que explore la ciudad. Así que, la próxima vez que se encuentre en Portland, dé un paseo por SW Naito Parkway y descubra la magia del parque más pequeño del mundo.
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