Decker Towers, ubicado en el 230 de St. Paul Street, no solo es el edificio más alto de Burlington, Vermont, sino también un símbolo de comunidad y resistencia. Este edificio de apartamentos de 11 pisos, con una altura modesta de 124 pies, ostenta el título del edificio más alto del estado de Vermont. A pesar de su estatura modesta en comparación con los rascacielos de otros estados, Decker Towers es una parte vital del horizonte y la historia de Burlington.
La historia de Decker Towers comienza a principios de los años 70 cuando la empresa Pizzagalli Construction Company inició la construcción el 29 de octubre de 1970. El edificio se completó y abrió sus puertas el 31 de agosto de 1971. Inicialmente conocido por su dirección, 230 St. Paul Street, fue la cuarta propiedad adquirida por la Burlington Housing Authority. Construido sobre la antigua ruta del alcantarillado de la quebrada de Burlington, pronto se convirtió en una parte significativa de la infraestructura de la ciudad.
A finales de 1971, las oficinas administrativas de la Burlington Housing Authority se trasladaron al primer piso de Decker Towers, donde permanecieron hasta julio de 2002. El edificio fue oficialmente dedicado como Decker Towers el 9 de mayo de 2003, en honor a sus contribuciones a la comunidad.
Decker Towers es más que un edificio; es una comunidad. Los 161 apartamentos son hogar para personas mayores y personas con discapacidades, ofreciendo tanto apartamentos de una habitación como apartamentos de eficiencia. Seis de estas unidades están especialmente diseñadas para ser accesibles en silla de ruedas, asegurando la inclusión de todos los residentes. El edificio también cuenta con un área de comedor, una biblioteca y una acogedora área de descanso en el undécimo piso donde los residentes pueden disfrutar de vistas panorámicas de Burlington.
La organización de inquilinos en Decker Towers es activa y vibrante, organizando cenas mensuales, eventos festivos y noches de bingo que fomentan un sentido de camaradería entre los residentes. El pequeño jardín comunitario es otra característica apreciada, proporcionando un espacio tranquilo para que los residentes se conecten con la naturaleza y entre ellos.
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Dentro de Decker Towers se encuentra el Centro de Tecnología Neighborhood Networks de la Burlington Housing Authority. Esta instalación ofrece computadoras y acceso a internet a todos los residentes de viviendas subsidiadas en el área de Burlington, promoviendo la alfabetización digital y proporcionando recursos valiosos para la búsqueda de empleo, la educación y mantenerse en contacto con familiares y amigos.
A lo largo de los años, Decker Towers ha pasado por varias renovaciones para mantener su integridad estructural y mejorar la calidad de vida de sus residentes. Originalmente construido con un exterior de ladrillo naranja, el edificio recibió aislamiento exterior y colores pastel diseñados por Rolf Kielman en 1984. Sin embargo, para 2010, el exterior se había degradado, necesitando reparaciones significativas.
Gracias a la financiación del American Recovery and Reinvestment Act de 2009 y Capital Fund Grants, Decker Towers recibió una renovación integral. Las renovaciones incluyeron impermeabilización, lavado a presión, refuerzo de estuco, aplicación de una membrana impermeable e instalación de una capa de malla de fibra de vidrio. Más de 550 ventanas fueron reemplazadas por modelos energéticamente eficientes, y el sistema de acabado de aislamiento exterior se mejoró con un aislamiento más grueso y una nueva capa de pintura. Sorprendentemente, estas extensas renovaciones se completaron antes de lo previsto, mientras el edificio permanecía completamente ocupado y funcional.
En febrero de 2010, un incendio causado por el descuido al fumar resultó en daños por $100,000, lo que llevó a una reevaluación de la política de fumar del edificio. A partir del 1 de noviembre de 2010, Decker Towers implementó una política de no fumar, alentada por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU. Esta política tiene como objetivo proteger a los residentes de los peligros del humo de segunda mano y reducir los riesgos de incendio. Los residentes que fuman ahora deben salir de la propiedad, y se ofrecen programas para dejar de fumar a bajo costo o sin costo para apoyar a aquellos que desean dejar de fumar.
Decker Towers se erige como un testimonio de la fortaleza y el espíritu de la comunidad de Burlington. Su historia, desde su construcción a principios de los años 70 hasta sus recientes renovaciones, refleja el compromiso de la ciudad de proporcionar viviendas seguras y asequibles para sus residentes. La vibrante comunidad del edificio, la activa organización de inquilinos y los valiosos recursos como el Centro de Tecnología Neighborhood Networks lo convierten en algo más que un lugar para vivir: es un lugar para prosperar.
Ya seas residente o visitante, Decker Towers ofrece una visión única del corazón de Burlington. Su modesta altura oculta el enorme sentido de comunidad y resistencia que define a este notable edificio. Así que, la próxima vez que te encuentres en Burlington, tómate un momento para apreciar Decker Towers: un verdadero hito de Vermont.
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