El Castillo de Västerås, conocido localmente como Västerås slott, es una impresionante edificación histórica situada en la desembocadura del río Svartån en Västerås, Suecia. Este castillo, con su presencia imponente y rica historia, ha sido un hito significativo desde su creación en el siglo XII. En la era Vasa, fue una residencia real y actualmente sirve como la residencia del gobernador del condado de Västmanland, fusionando la grandeza histórica con la funcionalidad contemporánea.
La historia del Castillo de Västerås está profundamente entrelazada con el desarrollo de Västerås, que originalmente se conocía como Västra Aros. A mediados del siglo XII, Västra Aros se convirtió en sede episcopal, y para el siglo XIII, había evolucionado en un puerto de embarque crucial para la región de Bergslagen, rivalizando con Estocolmo en importancia dentro del Valle de Mälaren. Reconociendo la necesidad de una fortaleza para proteger al alguacil del rey y servir como residencia, se construyó una torre de cuatro pisos en la desembocadura del río Svartån. Esta torre, con su último piso diseñado para arquería, aún se mantiene en la esquina noreste del castillo actual.
Durante el período medieval, el Castillo de Västerås estuvo envuelto en numerosos conflictos, lo que llevó a su expansión y refuerzo con el tiempo. El castillo jugó un papel crucial durante las Guerras de la Unión en los siglos XV y principios del XVI. Fue la primera fortaleza estatal capturada por las fuerzas de Engelbrekt Engelbrektsson durante la rebelión. El castillo fue tomado por el arzobispo Jöns Bengtsson en 1457 y sitiado por Christian I en 1464, aunque este último intento fue infructuoso. En 1522, después de un asedio de un año, Gustavo Vasa capturó exitosamente el castillo, marcando un punto de inflexión significativo en su historia.
Bajo el gobierno de Gustavo Vasa, el Castillo de Västerås se transformó en una residencia real. El castillo acogió varias sesiones parlamentarias importantes, incluyendo el Riksdag de 1527, que marcó la introducción del protestantismo y la ruptura con la Iglesia Católica. Otra sesión parlamentaria significativa en 1544 estableció a Suecia como una monarquía hereditaria y sancionó la creación de una fuerza militar reclutada internamente, un proyecto ya iniciado por Gustavo Vasa.
Durante el período de 1540 a 1544, se llevaron a cabo extensas renovaciones en el Castillo de Västerås. Se construyó un nuevo apartamento real sobre el antiguo en el ala este, creando la entrada principal actual, y se elevó el ala oeste. Johan III continuó las obras de construcción a finales de la década de 1570, añadiendo una gran sala de estado y una iglesia del castillo. En 1573, el depuesto Rey Erik XIV fue encarcelado en el Castillo de Västerås durante un año, añadiendo otro nivel de intriga histórica a la fortaleza.
La muerte de la madre de Karl X Gustav, la Condesa Palatina Catalina de Zweibrücken, en 1638 marcó el fin del Castillo de Västerås como residencia real. Sin ocupantes reales, el castillo gradualmente cayó en desuso. Sin embargo, a finales del siglo XVII, comenzaron los esfuerzos de restauración bajo la dirección del arquitecto Mathias Spieler, un cercano asociado de Jean de la Vallée y Nicodemus Tessin el Viejo. Durante las guerras de Karl XII, el castillo se utilizó para albergar prisioneros de guerra, con el último prisionero dejando el lugar en 1857.
Un incendio en 1736 devastó el castillo, destruyendo todos sus interiores de la era Vasa. El incendio se extendió a las casas de madera y entramado de madera cercanas, causando daños generalizados. El castillo fue reparado y ampliado a mediados de la década de 1740 bajo la dirección del arquitecto Carl Hårleman, con el trabajo completado en la década de 1750. El siglo XIX vio más modificaciones interiores, y en la década de 1920, una restauración dirigida por el arquitecto de la ciudad de Västerås, Erik Hahr, se centró en la sala de estado y los espacios adyacentes. Desde 1889, la Asociación de Antigüedades del Condado de Västmanland ha albergado sus colecciones en el castillo. Otra renovación significativa ocurrió en 1965-66 bajo el arquitecto Nils Tesch, después de lo cual el Museo del Condado de Västmanland se mudó, permaneciendo hasta 2010.
Hoy en día, el Castillo de Västerås se erige como un testimonio de la rica historia y resiliencia arquitectónica de Suecia. Una parte del castillo ha sido modernizada y convertida en la residencia del gobernador del condado. Además, partes del castillo están actualmente alquiladas por la Universidad de Mälardalen, que utiliza el espacio para actividades de música de cámara.
Visitar el Castillo de Västerås ofrece una visión única del pasado de Suecia, desde sus orígenes medievales y conexiones reales hasta su papel en eventos históricos significativos. La imponente estructura del castillo, combinada con su hermosa ubicación junto al río Svartån, lo convierte en una atracción imprescindible tanto para los entusiastas de la historia como para los turistas ocasionales. Ya sea explorando la antigua torre, admirando las mejoras arquitectónicas de varias épocas, o simplemente disfrutando del entorno sereno, el Castillo de Västerås promete una experiencia enriquecedora y cautivadora.
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