La Johanneskirche en Pirmasens, una iglesia protestante del siglo XVIII, se erige como un símbolo de resistencia, fe y belleza arquitectónica en el corazón de Pirmasens, Renania-Palatinado, Alemania. Esta iglesia histórica, nombrada en honor al Reformador Johannes Calvin, ha sido testigo de los altibajos de la historia, sobreviviendo a guerras, revoluciones y el paso del tiempo, continuando así su servicio a la congregación y cautivando a los visitantes.
La historia de la Johanneskirche comienza en los siglos XVII y XVIII, cuando un significativo número de cristianos reformados de Francia y Suiza se establecieron en Pirmasens. Esta creciente comunidad anhelaba un lugar de culto, y en 1749, el Teniente Coronel Johann Wilhelm Grandfil obtuvo el permiso para construir una iglesia. El regente luterano, Landgrave Ludwig IX de Hesse-Darmstadt, aprobó rápidamente la solicitud, y la primera piedra se colocó el 17 de marzo de 1750. Sin embargo, debido a la falta de fondos, la construcción no se completó hasta 1758.
Grandfil, una figura clave en la historia de la iglesia, fue enterrado en la Johanneskirche junto con sus dos hijos que murieron a una edad temprana. Su lápida fue posteriormente integrada en el portal sur tapiado de la iglesia en Luisenstraße. La iglesia vivió tiempos tumultuosos entre 1793 y 1815, cuando Pirmasens cayó bajo la influencia francesa como resultado de la Revolución Francesa. Durante este periodo, la iglesia fue cerrada, sus campanas vendidas y las prácticas religiosas prohibidas. No fue hasta 1804, bajo el decreto de Napoleón, que se restauró la libertad religiosa y la iglesia reabrió sus puertas.
Tras la fallida revolución de 1848/49, Pirmasens estuvo bajo ley marcial, con soldados acuartelados en la iglesia, lo que llevó a una severa destrucción de su interior. La frase “Er muß zu de Kärcheschisser” surgió en el dialecto local, reflejando las duras condiciones que soportaron los soldados. Después de recibir compensación del ejército bávaro, la iglesia fue renovada en 1857, y se instaló un órgano Stumm en 1863, junto con campanas de otra iglesia de Pirmasens.
La Johanneskirche experimentó transformaciones significativas, especialmente a partir de 1889, cuando se expandió para convertirse en una iglesia de ciudad. La fachada se adornó con dos portales de frontón, y la torre se coronó con una cúpula barroca. Se añadieron un coro y una sacristía en el extremo oriental, y la iglesia ampliada fue consagrada el 22 de abril de 1891 por el vicario de la ciudad, Heinrich Schreiner. La congregación continuó creciendo hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, durante la cual las campanas de la iglesia fueron retiradas y fundidas. Nuevas campanas se adquirieron dos años después del final de la guerra.
En 1931, la iglesia, anteriormente conocida como la Iglesia Superior, fue renombrada Johanneskirche en honor a Johannes Calvin. La iglesia soportó los estragos de la Segunda Guerra Mundial hasta el 15 de marzo de 1945, cuando un bombardeo la dejó en ruinas. Una iglesia provisional de madera se erigió en el jardín de la iglesia en junio de 1946. La reconstrucción, liderada por el arquitecto de la iglesia Raimund Ostermaier, comenzó el 5 de diciembre de 1950, y la iglesia fue reabierta ceremoniosamente en 1953.
Para conmemorar su bicentenario en 1958, se añadió un piso adicional, se reconstruyó la cúpula barroca basada en los planos de Walter Jung, y se instaló un conjunto de cinco campanas de la fundición de campanas Bachert. Las campanas, con la secuencia nominal c’ – e’ – g’ – a’ – h’, se armonizaron con los conjuntos de campanas vecinos en el centro de la ciudad. En 1962, se remodeló el interior de la iglesia, con un techo artesonado de madera, la eliminación del arco hacia el presbiterio y la instalación de un órgano Steinmeyer con 35 registros en 1963. Una renovación integral en 1993 aseguró la continua magnificencia de la iglesia.
Ubicada en la intersección de Schloss- y Luisenstraße, la Johanneskirche se encuentra aproximadamente a 400 metros sobre el nivel del mar. El exterior de la iglesia, una mezcla de su estilo barroco original y modificaciones posteriores, presenta una torre de arenisca roja con una cúpula barroca. Esta torre, parte de la fachada occidental, se extendió durante la reconstrucción de posguerra para igualar la altura de las estructuras circundantes recién construidas. La fachada de la iglesia está flanqueada por portales de frontón, remanentes de su expansión del siglo XIX.
El interior de la Johanneskirche es relativamente sencillo, manteniendo su estructura de iglesia de nave única. Las altas paredes blancas están salpicadas de ventanas claras con vitrales que representan figuras de la Reforma y escenas bíblicas. Las paredes orientales de la nave, adornadas con murales sutiles desde la última renovación, conducen al presbiterio, donde el imponente órgano se encuentra detrás del moderno altar de arenisca. El piso está revestido con baldosas contemporáneas de terracota, y el techo es un diseño moderno de artesonado de madera. Los bancos tradicionales han sido reemplazados por sillas individuales, permitiendo arreglos de asientos flexibles, mientras que la galería occidental permanece en gran parte sin cambios.
La Johanneskirche en Pirmasens no es solo un lugar de culto; es un símbolo de perseverancia y transformación. Sus paredes resuenan con las historias de fe, resistencia y dedicación de una comunidad, convirtiéndola en un hito imprescindible para cualquiera que explore el rico tapiz histórico de Pirmasens.
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