La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, situada en el pintoresco pueblo de Parla, España, es una encantadora mezcla de importancia histórica y encanto arquitectónico. Conocida localmente como Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, este venerable edificio es un testimonio del rico patrimonio cultural del pueblo y de su fe duradera. Sus orígenes se remontan al siglo XVI y, a pesar de numerosas reconstrucciones, conserva una elegancia atemporal que sigue atrayendo a visitantes de cerca y de lejos.
La historia de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción comienza a principios del siglo XVI, cuando fue construida para reemplazar la antigua Iglesia de Santa María de Parla, un edificio de estilo mudéjar que había caído en ruinas. La nueva iglesia fue estratégicamente ubicada a lo largo del antiguo camino real de Madrid a Toledo, ahora conocido como Calle Real. Esta ubicación no solo la hacía accesible, sino que también la situaba en el corazón de la vida diaria de la comunidad.
El diseño original de la iglesia presentaba una sola nave con capillas laterales, una entrada principal orientada al sur y una torre orientada al norte que se integraba en el presbiterio. La parte más antigua de la iglesia que ha sobrevivido hasta nuestros días es el ábside pentagonal de estilo gótico, una característica llamativa que insinúa el pasado histórico de la iglesia. La iglesia también albergaba una sacristía, un baptisterio y un osario en el lado de la epístola, donde se realizaban los entierros hasta 1833.
A lo largo de los siglos, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción sufrió varias modificaciones. En el siglo XVII, la torre fue mejorada con una cámara de campanas, y en 1522, Payo Barroso de Ribera, el octavo señor de Parla, encargó al renombrado arquitecto y pintor Juan de Borgoña la creación del retablo mayor de la iglesia. Esta espléndida obra de arte fue instalada al año siguiente, junto con el escudo de la familia Barroso, que fue tallado en piedra a ambos lados del presbiterio.
Los alrededores de la iglesia también evolucionaron, con la creación de una pequeña plaza adornada con árboles, conocida como Plaza de la Iglesia. Esta plaza, popularmente llamada Plaza de la Fuente Nueva, contaba con una fuente única construida en 1623. La fuente, que ya no existe, servía tanto como fuente de agua como de farola, con una estructura de hierro forjado en forma de cruz que sostenía dos faroles y dos caños para beber agua y dar de beber a los animales.
Durante los siglos XVII y XVIII, la iglesia continuó embelleciéndose con numerosas imágenes y nuevos retablos. En 1625, se instaló un reloj en la torre, y en 1664, se bendijeron y colocaron cuatro campanas en las aberturas de la torre. La torre en sí fue rediseñada en 1682 por Bartolomé Hurtado, quien añadió una aguja de estilo barroco coronada con una cruz. A pesar de sufrir daños menores durante la Guerra de la Independencia, la iglesia permaneció como un símbolo resistente de la fe y perseverancia de la comunidad.
Para el siglo XX, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción había caído en mal estado una vez más, lo que provocó una serie de extensas renovaciones. La primera fase de restauración ocurrió en la década de 1920, seguida de una segunda fase en la década de 1940 para reparar los daños de la Guerra Civil Española. Estas renovaciones alteraron significativamente el diseño original de la iglesia, resultando en la pérdida de su nave, sacristía, baptisterio y la torre cuadrangular con su aguja. En su lugar, se construyó una nueva torre elevada sobre la entrada principal, que cuenta con una cámara de campanas con tres campanas y una cruz central en relieve. Los materiales utilizados para estas renovaciones incluyeron ladrillo y piedra, dando a la iglesia una apariencia distintiva.
Durante este período, gran parte del contenido interior de la iglesia se perdió, incluyendo el retablo churrigueresco del siglo XVIII y el retablo barroco diseñado por Juan Gómez de Mora en 1617. Sin embargo, la pila bautismal original sobrevivió, y a lo largo de los años, se añadieron nuevos artefactos religiosos y decoraciones para reponer el interior de la iglesia.
A finales de la década de 1980 y principios de la de 1990, la iglesia experimentó más mantenimiento, enfocándose principalmente en el ábside. Más recientemente, en 2020, se llevaron a cabo renovaciones interiores adicionales, incluyendo la instalación de un nuevo retablo diseñado en un estilo que recuerda al original perdido de Juan de Borgoña, elaborado por Artemartínez.
Hoy en día, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se erige como un orgulloso símbolo de la rica historia y patrimonio cultural de Parla. Los visitantes son recibidos por su impresionante fachada, caracterizada por una armoniosa mezcla de ladrillo y piedra, y las acogedoras puertas verdes que invitan a explorar su interior sagrado. La atmósfera tranquila de la iglesia y su importancia histórica la convierten en un destino imprescindible para cualquier persona interesada en la historia arquitectónica y religiosa de España.
Al entrar, tómate un momento para admirar el ábside gótico, la única parte restante de la estructura original del siglo XVI. El nuevo retablo, un hermoso homenaje al pasado artístico de la iglesia, se erige como un testimonio de la dedicación de la comunidad a preservar su patrimonio. La serena atmósfera de la iglesia proporciona un entorno perfecto para la reflexión y la apreciación de los siglos de historia que han dado forma a este notable edificio.
En conclusión, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción no es solo un lugar de culto; es un monumento viviente a la resiliencia y fe del pueblo de Parla. Sus paredes resuenan con las historias de generaciones, lo que la convierte en una parada esencial para cualquiera que visite este encantador pueblo. Ya seas un entusiasta de la historia, un aficionado a la arquitectura o simplemente un viajero curioso, una visita a esta histórica iglesia seguramente dejará una impresión duradera.
¡Compre sus entradas ahora!
¡Con myCityHunt descubre miles de ciudades de todo el mundo en emocionantes gymkanas, búsquedas del tesoro y juegos de escape!
¡Los vales de myCityHunt son el regalo perfecto para cualquier ocasión! ¡Sorprende a tus amigos y a la familia con este extraordinario regalo! Los vales de myCityHunt tienen una validez de 2 años a partir de la fecha de compra y pueden ser utilizados dentro de este período para una ciudad y un tour de libre elección del portafolio de myCityHunt.
Cupones de regalo