La Praça do Comércio, también conocida como la Plaza del Comercio, es uno de los lugares más emblemáticos y con mayor riqueza histórica de Lisboa. Situada a lo largo de las orillas del río Tajo, esta majestuosa plaza es un testimonio del rico patrimonio marítimo de Portugal y su capacidad de recuperación ante la adversidad. Con una extensión impresionante de 30,600 metros cuadrados, no solo es una de las plazas más grandes de Portugal, sino también un bullicioso centro de actividad que atrae tanto a locales como a turistas.
La historia de la Praça do Comércio es tan fascinante como la propia plaza. A principios del siglo XVI, el rey Manuel I inició el desarrollo urbano del área construyendo el Palacio de Ribeira, una residencia real que se erigía orgullosamente junto al río. Esta área pronto se convirtió en el corazón de las actividades marítimas y comerciales de Lisboa, con instalaciones de construcción naval, la Casa da Índia y otros edificios administrativos que surgieron para regular el comercio entre Portugal y sus colonias.
Sin embargo, el gran terremoto de Lisboa de 1755 trajo devastación a la ciudad, incluyendo el Palacio de Ribeira. El terremoto, seguido de un tsunami y un incendio, dejó gran parte de Lisboa en ruinas. Posteriormente, el Primer Ministro Sebastião José de Carvalho e Melo, el Marqués de Pombal, encabezó un enorme esfuerzo de reconstrucción. Bajo la dirección del arquitecto portugués Eugénio dos Santos, la Praça do Comércio fue rediseñada en la grandiosa plaza en forma de U que vemos hoy, abierta hacia el río Tajo.
La plaza fue nombrada Praça do Comércio para reflejar su nuevo papel en la economía de Lisboa. Los edificios simétricos que rodean la plaza albergaron oficinas gubernamentales que regulaban las actividades aduaneras y portuarias. El centro de la plaza está adornado con la magnífica estatua ecuestre del rey José I, inaugurada en 1775. Diseñada por Joaquim Machado de Castro, el escultor más destacado de Portugal en ese momento, esta estatua de bronce fue la primera estatua monumental dedicada a un rey en Lisboa.
Uno de los rasgos más llamativos de la Praça do Comércio es el Arco Triunfal de la Rua Augusta, que sirve como una grandiosa entrada a la plaza desde la bulliciosa Rua Augusta. Este arco, diseñado por Veríssimo da Costa y completado en 1875, está adornado con estatuas que representan la Gloria, el Ingenio y el Valor, así como figuras notables portuguesas como Vasco da Gama y el Marqués de Pombal. El reloj y las intrincadas esculturas añaden a la grandeza del arco, convirtiéndolo en una visita obligada para los visitantes.
Al explorar la plaza, notarás las elegantes arcadas que recorren los pisos bajos de los edificios circundantes. Estas arcadas no solo proporcionan refugio del sol, sino que también albergan una variedad de tiendas, cafés y restaurantes, ofreciendo un lugar perfecto para relajarse y disfrutar del vibrante ambiente de la plaza. La torre occidental de la plaza, que una vez albergó los Ministerios de la Marina y las Colonias, ahora alberga el Museo de Lisboa, ofreciendo a los visitantes una visión de la rica historia de la ciudad.
La Praça do Comércio ha sido el escenario de muchos eventos significativos en la historia de Portugal. El 1 de febrero de 1908, la plaza fue testigo del asesinato del rey Carlos I y su heredero, el príncipe Luís Filipe, marcando un momento crucial en el camino hacia el establecimiento de la República Portuguesa. La importancia histórica de la plaza se destaca aún más por su designación como Monumento Nacional de Portugal en junio de 1910.
Hoy en día, la Praça do Comércio sigue desempeñando un papel central en la vida cívica de Lisboa. Es el sitio de varios eventos culturales, festivales y celebraciones. El 10 de junio, Día de Portugal, la plaza se llena de vida con desfiles militares y festividades, atrayendo a multitudes de locales y turistas que vienen a celebrar el patrimonio de la nación.
Una visita a la Praça do Comércio no está completa sin dar un paseo por la gran escalera de mármol en el extremo sur de la plaza. Estos escalones, que datan de antes del terremoto de 1755, una vez conducían directamente al palacio real y ahora ofrecen un lugar pintoresco para disfrutar de las vistas del río Tajo.
Para aquellos que buscan un sabor de la historia, una visita a Martinho da Arcada es imprescindible. Establecido en 1782, este es el café más antiguo de la ciudad y ha sido un lugar favorito de famosos escritores e intelectuales portugueses a lo largo de los años. Disfruta de una taza de café o un pastel tradicional portugués mientras te empapas del ambiente de este establecimiento histórico.
Otro punto destacado de la plaza es el Hotel Pousada, un edificio monumental que ofrece alojamientos lujosos con impresionantes vistas de la plaza y el río. Alojarse aquí brinda una oportunidad única para sumergirse en la rica historia y vibrante cultura de Lisboa.
La Praça do Comércio no es solo un hito histórico; es un centro vibrante de actividad que refleja el espíritu dinámico de Lisboa. La ubicación estratégica de la plaza la convierte en un nexo de transporte, con tranvías que conducen al distrito de Belém y ferries que cruzan el río Tajo. La atmósfera bulliciosa, combinada con la impresionante arquitectura y la importancia histórica, hace de la Praça do Comércio un destino imprescindible para cualquiera que visite Lisboa.
En conclusión, la Praça do Comércio es un lugar donde convergen la historia, la cultura y la vida moderna. Su grandiosa arquitectura, rica historia y vibrante atmósfera la convierten en un destino de visita obligada para cualquiera que explore la hermosa ciudad de Lisboa. Ya seas un entusiasta de la historia, un buscador de cultura o simplemente alguien que busca disfrutar del animado ambiente, la Praça do Comércio ofrece algo para todos. Así que, da un paseo tranquilo por esta magnífica plaza, disfruta de las vistas y deja que las historias del pasado te transporten a una época pasada.
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