El Asil del Sant Crist, conocido originalmente como Asilo del Santo Cristo, es una joya arquitectónica impresionante situada en la zona del Pla de Sant Agustí en Igualada, España. Este edificio histórico, enclavado en la parte occidental del casco antiguo, ocupa toda una manzana delimitada por las calles Milà i Fontanals, Prat de la Riba y Sor Rita Mercader. La estructura, con su mezcla ecléctica de modernismo y arquitectura tradicional catalana, es un testimonio del rico patrimonio cultural de la región y está clasificada como un bien cultural local.
La historia del Asil del Sant Crist comenzó en 1931, gracias a una generosa donación de las hermanas Castells i Reixachs—Magdalena, Dolors y Concepció. Estas mujeres, provenientes de una destacada familia de industriales y filántropos, imaginaron un refugio para los ancianos de su comunidad. El edificio fue diseñado por Joan Rubió i Bellver, discípulo del renombrado Antoni Gaudí. Sin embargo, la construcción se vio interrumpida durante la Guerra Civil Española (1936-1939), retrasando su finalización hasta 1941. El asilo fue finalmente inaugurado por Mossèn Amadeu Amenós i Roca.
En 1943, los representantes de las hermanas Castells iniciaron esfuerzos para transformar el conjunto arquitectónico en una residencia para ancianos. Hoy en día, el Asil del Sant Crist es gestionado por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, continuando su misión de cuidado y compasión.
El Asil del Sant Crist es una maravilla arquitectónica, que presenta una mezcla de estilos que incluyen elementos románicos, góticos, árabes y modernistas. El edificio está construido principalmente de piedra, extraída del Pla del Magre en Jorba por el cantero Josep Saumell i Soler. Esta piedra no solo es un componente estructural, sino también decorativo, otorgando al edificio su carácter único.
La fachada del edificio es particularmente llamativa, con su apariencia ligera lograda a través de tres galerías exteriores inspiradas en las masías tradicionales catalanas. La fachada también presenta una serie de arcos y pináculos, creando un efecto visual rítmico y ascendente. Una torre cuadrangular en el lado derecho de la fachada evoca la silueta de un campanario tradicional, con elementos medievales como almenas que recuerdan a los torreones de los castillos. La escultura del patio, obra de Joan Puigdollers, representa a Santa Teresa Jornet i Ibars, la fundadora de la congregación, acompañada de dos figuras ancianas. Sobre la entrada, otra escultura de Ernest Marco representa a la Virgen de los Desamparados.
La iglesia adjunta al Asil del Sant Crist es una obra maestra de la arquitectura gaudiniana. Presenta un diseño de cruz griega con un cruce central cubierto por una cúpula. Esta cúpula descansa sobre un tambor poligonal con un techo de falsa cúpula, creado usando una técnica rural tradicional de cursos superpuestos progresivamente. Toda la estructura está sostenida por arcos parabólicos, que a su vez descansan sobre cuatro columnas de piedra de una sola pieza provenientes de Girona. El diseño general enfatiza un movimiento ascendente, en armonía con las paredes exteriores y la fachada del edificio.
Una de las columnas a la derecha del altar lleva la firma del arquitecto, inscrita en caracteres modernistas. Las vidrieras de la iglesia representan santos asociados con los nombres del arquitecto, las hermanas Castells y sus herederos, añadiendo un toque personal al espacio sagrado.
El claustro del Asil del Sant Crist, aunque modesto en tamaño, es un elemento simbólico que evoca la arquitectura monástica tradicional catalana. Conecta las secciones centrales de las dos alas del edificio y está diseñado más por su valor simbólico que por su uso funcional. La decoración neo-románica del claustro, con sus elementos austeros pero definitorios de identidad, lo distingue del resto del edificio, caracterizado por una exuberancia de formas.
Este conjunto arquitectónico es casi único en Igualada, tanto por su naturaleza monumental—en ocasiones en contraste con su funcionalidad—como por la riqueza de elementos que integra, que van desde el modernismo hasta recursos populares y tradicionales.
Los visitantes del Asil del Sant Crist pueden explorar su rica historia y esplendor arquitectónico. El exterior y el interior del edificio ofrecen un festín visual de artesanía en piedra, diseños intrincados y elementos simbólicos. La iglesia, con sus impresionantes vidrieras y características arquitectónicas únicas, es un punto culminante que no se debe perder. El claustro proporciona un espacio sereno para la reflexión, evocando las tradiciones monásticas de Cataluña.
El Asil del Sant Crist es más que un edificio; es un símbolo del compromiso de la comunidad con el cuidado de sus miembros ancianos, un legado de generosidad y compasión que continúa hasta el día de hoy. Ya seas un entusiasta de la arquitectura, un aficionado a la historia o simplemente un viajero curioso, el Asil del Sant Crist en Igualada es un destino que promete dejar una impresión duradera.
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