La Kreuzeskirche en Essen, Renania del Norte-Westfalia, Alemania, es un testimonio de la rica historia de la ciudad y su destreza arquitectónica. Ubicada en el bullicioso corazón de Essen, esta iglesia evangélica ha sido un faro de fe y comunidad desde su construcción a finales del siglo XIX. Diseñada por el renombrado arquitecto berlinés August Orth, la Kreuzeskirche es un destacado ejemplo de la arquitectura neorrománica, caracterizada por su robusta estructura y detallados intrincados.
La historia de la Kreuzeskirche comienza en la era de la rápida industrialización a finales del siglo XIX. A medida que la población de Essen aumentaba debido al auge de las industrias del carbón y el acero, la necesidad de más lugares de culto se hizo evidente. La gran iglesia existente de la ciudad, la Pauluskirche, ya no podía acomodar a la creciente comunidad protestante. Así, se tomó la decisión de construir una nueva y grandiosa iglesia en el centro de la ciudad. El sitio elegido tenía una importancia histórica, ya que era el lugar de la granja Aschebroch, mencionada en documentos desde el siglo XIV.
La construcción de la Kreuzeskirche comenzó el 31 de octubre de 1894, coincidiendo con el Día de la Reforma. La primera piedra fue colocada con gran ceremonia, marcando el inicio de un proyecto que se convertiría en un pilar de la comunidad. Para octubre de 1895, se completó la innovadora estructura de techo de hierro forjado, creada por la empresa local August Feldhüsen. Este diseño era notable por su doble propósito de soportar la mampostería y contrarrestar los movimientos del suelo prevalentes en la región debido a las actividades mineras.
La iglesia fue oficialmente inaugurada el 1 de diciembre de 1896 por la emperatriz Auguste Viktoria, quien regaló una Biblia con una dedicación personal. Los costos de construcción ascendieron a aproximadamente 300,000 marcos, una suma significativa en ese momento, financiada en gran parte por donaciones de los ciudadanos de Essen y varias asociaciones.
La Kreuzeskirche es una obra maestra de la arquitectura neorrománica, con un plano de planta en forma de cruz latina y una torre de tres pisos en su lado occidental. El exterior está compuesto de ladrillo rojo, intercalado con elementos de arenisca de las regiones de Nahe y Ruhr. Esta combinación de materiales le da a la iglesia su apariencia distintiva. Los estrechos pasillos laterales y la amplia nave central crean un interior en forma de sala, enfatizando la grandeza del espacio.
En el interior, la iglesia originalmente presentaba dos grandes bloques de bancos rectos flanqueando el pasillo central, con asientos adicionales en una galería de tres lados. La galería en el extremo de la torre se elevó para acomodar el órgano. La iglesia podía albergar a casi 1,500 feligreses, reflejando su papel como un importante centro religioso y comunitario.
La primera campana de la iglesia, inscrita con los nombres de sus donantes Karl y Katharina Funke, se instaló en 1896. En 1907, la iglesia pasó de la iluminación de gas a la eléctrica, y el órgano recibió un suministro de energía eléctrica, modernizando aún más la instalación.
Búsquedas del tesoro en Essen
Descubre Essen con la búsqueda del tesoro digital de myCityHunt! Resuelve los acertijos, supera las tareas y explora Essen de una manera emocionante e interactiva!
La Segunda Guerra Mundial trajo una destrucción significativa a la Kreuzeskirche. Un bombardeo el 28 de mayo de 1943 dejó la iglesia en ruinas, con solo las paredes exteriores intactas. A pesar del daño extenso, algunos elementos originales, como el altar principal de madera y la cruz neorrománica diseñada por August Orth, sobrevivieron.
El proceso de reconstrucción comenzó en 1949, culminando con la re-dedicación de la iglesia el 8 de noviembre de 1953. Sin embargo, los esfuerzos de reconstrucción no incluyeron la restauración de las galerías laterales. En 1987, la Kreuzeskirche fue designada como monumento histórico, lo que impulsó renovaciones adicionales para abordar daños significativos en los elementos de arenisca. Estos esfuerzos fueron parte de una iniciativa más amplia conocida como el Consenso de Essen, que buscaba preservar y restaurar el patrimonio arquitectónico de la ciudad.
En los últimos años, la Kreuzeskirche ha experimentado transformaciones significativas para adaptarse a las necesidades contemporáneas. En 2013, el edificio de la iglesia fue vendido al empresario local Rainer Alt por un precio simbólico. Alt encabezó un proyecto de renovación integral, financiado en parte por el estado de Renania del Norte-Westfalia, que contribuyó con un millón de euros. La renovación, completada a finales de 2014, incluyó la creación de un espacio multifuncional para servicios religiosos, exposiciones, conciertos y otras actividades culturales.
Una de las adiciones modernas más destacadas a la Kreuzeskirche es el conjunto de vitrales diseñados por el artista Pop Art James Rizzi, inaugurados en agosto de 2016. Estos vibrantes y caprichosos vitrales añaden un toque contemporáneo a la estructura histórica, uniendo el pasado y el presente de una manera única y visualmente impresionante.
La Kreuzeskirche también alberga un impresionante órgano, originalmente construido por Wilhelm Sauer. En 1968, un nuevo órgano con 70 registros, cuatro manuales y un pedal fue instalado por la firma berlinesa de construcción de órganos Karl Schuke. Este instrumento, el órgano de iglesia protestante más grande del área del Ruhr, fue sometido a una restauración de seis meses en 2015. La restauración incluyó la adición de un consola móvil, mejorando la versatilidad del órgano para diversas actuaciones y eventos.
Hoy en día, la Kreuzeskirche no solo es un lugar de culto, sino también un vibrante centro cultural, que alberga una amplia gama de eventos que atraen a visitantes de cerca y de lejos. Su rica historia, belleza arquitectónica y adaptaciones modernas la convierten en un destino imprescindible en Essen, ofreciendo una visión única del pasado y presente de la ciudad.
¡Compre sus entradas ahora!
¡Con myCityHunt descubre miles de ciudades de todo el mundo en emocionantes gymkanas, búsquedas del tesoro y juegos de escape!
¡Los vales de myCityHunt son el regalo perfecto para cualquier ocasión! ¡Sorprende a tus amigos y a la familia con este extraordinario regalo! Los vales de myCityHunt tienen una validez de 2 años a partir de la fecha de compra y pueden ser utilizados dentro de este período para una ciudad y un tour de libre elección del portafolio de myCityHunt.