La Grand-Place, o Grote Markt en neerlandés, es el corazón palpitante de Bruselas, Bélgica. Esta plaza magnífica, a menudo considerada una de las más bellas del mundo, es un Sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO y una visita obligada para cualquiera que explore la ciudad. Llena de historia, la Grand-Place está rodeada de lujosos gremios, el icónico Ayuntamiento de la ciudad y la Casa del Rey, que ahora alberga el Museo de la Ciudad de Bruselas.
Los orígenes de la Grand-Place se remontan al siglo X, cuando Carlos, Duque de Baja Lorena, construyó un fuerte en la Isla de Saint-Géry. A finales del siglo XI, surgió un mercado al aire libre en un pantano seco cerca del fuerte. Este mercado, conocido como Nedermerckt o Mercado Inferior, creció junto con el desarrollo comercial de Bruselas.
En el siglo XIII, el Duque de Brabante construyó mercados cubiertos para carne, pan y tela en el borde norte de la plaza. Con el tiempo, la Grand-Place se convirtió en un bullicioso centro de comercio, con mercaderes y artesanos ganando prominencia. La construcción del Ayuntamiento en etapas entre 1401 y 1455 marcó la transformación de la plaza en el asiento del poder municipal.
El Ayuntamiento, con su imponente aguja coronada por una estatua de San Miguel matando a un demonio, se convirtió en el punto focal de la Grand-Place. Para contrarrestar la dominancia del Ayuntamiento, el Duque de Brabante encargó la construcción de la Casa del Rey, un edificio gótico flamígero, entre 1504 y 1536. A pesar de su nombre, ningún rey ha vivido allí; originalmente era la sede administrativa del Duque.
La Grand-Place ha sido testigo de numerosos eventos trágicos. En 1523, los primeros mártires protestantes, Jan van Essen y Hendrik Vos, fueron quemados en la hoguera en la plaza. En 1568, dos estadistas, Lamoral, Conde de Egmont, y Philip de Montmorency, Conde de Horn, fueron ejecutados por oponerse a las políticas del Rey Felipe II en los Países Bajos Españoles. Estos eventos marcaron el inicio de la revuelta armada contra el dominio español.
Uno de los eventos más devastadores en la historia de la plaza ocurrió el 13 de agosto de 1695, durante la Guerra de los Nueve Años. Las tropas francesas bajo el mando del Mariscal François de Neufville bombardearon Bruselas, reduciendo gran parte de la Grand-Place a escombros. Sorprendentemente, la estructura de piedra del Ayuntamiento sobrevivió, a pesar de ser el objetivo principal del fuego de artillería.
Después del bombardeo, la Grand-Place fue rápidamente reconstruida por los gremios de la ciudad y otros propietarios. Los esfuerzos de reconstrucción, regulados por los concejales de la ciudad y el Gobernador de Bruselas, resultaron en una mezcla armoniosa de estilos arquitectónicos gótico, barroco y Luis XIV que definen la apariencia actual de la plaza.
Hoy en día, la Grand-Place es el destino turístico más importante de Bruselas y un vibrante centro cultural. La plaza frecuentemente alberga eventos festivos y culturales, incluyendo la instalación de una inmensa alfombra de flores cada año par en agosto. Esta impresionante exhibición de begonias transforma la plaza en un tapiz colorido que atrae a visitantes de todo el mundo.
Durante el periodo de Navidad y Año Nuevo, la Grand-Place se convierte en un paraíso invernal, adornada con luces y decoraciones festivas. Un imponente árbol de Navidad se erige en el centro de la plaza, creando una atmósfera mágica que encanta tanto a locales como a turistas.
La Grand-Place también alberga el Museo de la Ciudad de Bruselas, ubicado en la Casa del Rey. Este museo ofrece una fascinante visión de la historia de la ciudad, con exhibiciones que muestran arte, artefactos y documentos históricos. Los visitantes pueden aprender sobre la evolución de la plaza y los eventos significativos que han moldeado Bruselas a lo largo de los siglos.
La Grand-Place es famosa por su impresionante arquitectura, con cada edificio contando su propia historia. El Ayuntamiento, con su intrincada fachada gótica y su alta aguja, es una obra maestra de la arquitectura medieval. Los gremios que rodean la plaza son igualmente impresionantes, cada uno adornado con decoraciones elaboradas y detalles dorados.
Entre los gremios más notables se encuentran la Maison des Ducs de Brabant (Casa de los Duques de Brabante), que consiste en siete casas individuales con una fachada unificada, y Le Pigeon, donde residió el famoso escritor francés Victor Hugo. Estos edificios muestran la riqueza y el poder de los gremios que jugaron un papel crucial en la historia de Bruselas.
La Grand-Place es fácilmente accesible en transporte público. La estación de premetro (tranvía subterráneo) más cercana es Bourse/Beurs, servida por las líneas 3 y 4. Además, la parada de autobús Grand-Place/Grote Markt en la línea 95 está a solo un corto paseo. La ubicación central de la plaza la convierte en un punto de partida conveniente para explorar el resto de Bruselas.
En conclusión, la Grand-Place no es solo una plaza; es un testimonio viviente de la rica historia y el patrimonio cultural de Bruselas. Su impresionante arquitectura, eventos vibrantes y significado histórico la convierten en una atracción imperdible para cualquiera que visite la ciudad. Ya seas un entusiasta de la historia, un amante de la arquitectura, o simplemente buscas un lugar pintoresco para disfrutar del ambiente, la Grand-Place seguramente dejará una impresión duradera.
¡Compre sus entradas ahora!
¡Con myCityHunt descubre miles de ciudades de todo el mundo en emocionantes gymkanas, búsquedas del tesoro y juegos de escape!
¡Los vales de myCityHunt son el regalo perfecto para cualquier ocasión! ¡Sorprende a tus amigos y a la familia con este extraordinario regalo! Los vales de myCityHunt tienen una validez de 2 años a partir de la fecha de compra y pueden ser utilizados dentro de este período para una ciudad y un tour de libre elección del portafolio de myCityHunt.
Cupones de regalo