Ubicada con gracia en la colina de Kirchbeuel en Bad Honnef, la Feuerschlößchen es una joya arquitectónica que irradia encanto histórico y elegancia artística. Esta villa, construida entre 1905 y 1906, es un testimonio del rico patrimonio y la diversidad cultural de la región. Al explorar su historia y diseño detallado, te sentirás transportado a una época donde la artesanía y la grandeza eran primordiales.
El sitio donde ahora se encuentra Feuerschlößchen originalmente albergaba una casa de campo barroca perteneciente a los Freiherren von Loë y von Bongart, que data del siglo XVII o XVIII. Esta finca pasó por varias transformaciones, siendo su última encarnación una estructura de tres alas y dos pisos completada en 1806. Conocida como Feuerschlößchen, sirvió como casa de huéspedes y hotel con 24 habitaciones hasta que fue adquirida por el editor de periódicos de Essen, Wilhelm Girardet, en 1903.
La visión de Girardet para una nueva villa llevó a un concurso de arquitectura que atrajo un gran interés público, con alrededor de 900 arquitectos solicitando los documentos del concurso. El diseño ganador, presentado por el arquitecto gubernamental de Berlín Wilhelm Freiherr von Tettau, fue seleccionado de este impresionante grupo de propuestas. El proyecto fue documentado en varias revistas de arquitectura, destacando su prominencia.
La construcción de la villa comenzó con la edificación de una casa de portero y establos en 1904, supervisada por Tettau desde una oficina especialmente erigida. La villa principal, conocida como Villa Girardet, recibió su permiso de construcción el 8 de junio de 1905 y se completó en el verano de 1906, después de un rápido período de construcción de solo 14 meses. El interior de la villa, también diseñado por Tettau, presentaba una variedad de elementos artísticos y funcionales, mientras que el muro de cierre occidental fue creado con la colaboración de Karl Henrici. En 1911, se añadió una pérgola en la esquina noroeste de la villa, realzando su atractivo pintoresco.
Después de la muerte de Wilhelm Girardet en 1918, la villa quedó vacía hasta que fue reutilizada durante la era nacionalsocialista. En diciembre de 1933, se convirtió en el nuevo hogar de la Gauführerschule para el distrito de Colonia-Aquisgrán, con una gran reapertura el 1 de julio de 1934. La villa fue adaptada para incluir un gran comedor, un auditorio para 80 personas y alojamientos para el director de la escuela. La antigua casa del jardinero y los establos se convirtieron en alojamientos para el personal. En 1944, el Westdeutscher Beobachter tomó posesión de la villa.
Durante las etapas finales de la Segunda Guerra Mundial, Feuerschlößchen fue fuertemente disputada. Después de la guerra, sirvió como una escuela secundaria para los hijos de los oficiales de ocupación belgas, conocida como Athenée. Después de que terminó la ocupación, la villa albergó brevemente una escuela de ingeniería. A principios de la década de 1950, la propiedad pasó a ser municipal, y el muro de la villa fue reconstruido, eliminando una puerta y una fuente en el proceso. El Siebengebirgsgymnasium construyó un nuevo edificio escolar en parte del parque original de la villa en 1958/59 y comenzó a usar la villa en 1970 después de una renovación. Posteriormente, la Deutsche Stiftung für internationale Entwicklung se hizo cargo del edificio hasta 1996.
Los esfuerzos de restauración comenzaron en 1988, con el objetivo de devolver la villa a su estado original, enfocándose primero en el vestíbulo de entrada y la escalera principal y luego en las fachadas exteriores. Para la primavera de 1998, la villa estaba lista para su uso cultural y por el Siebengebirgsgymnasium, a un costo de un millón de marcos. En 1998, se estableció en la villa la Universidad Internacional de Ciencias Aplicadas para el Turismo, pero se trasladó a su propio campus en 2000. Hoy en día, la casa de portero alberga el Stadtjugendring (a partir de 2019).
El diseño de Feuerschlößchen se inspira en las casas de campo inglesas, la Colonia de Artistas de Darmstadt y elementos del Art Nouveau. La villa de tres pisos, construida con piedra natural, presenta una variedad de elementos arquitectónicos, incluyendo miradores, logias, pilastras, cariátides y cornisas. La fachada que da al Rin está diseñada simétricamente, mientras que las fachadas trasera y lateral son asimétricas, creando una estética armoniosa pero intrigante. La presencia monumental de la villa es particularmente impresionante desde la fachada del Rin, mientras que el diseño general busca evocar impresiones pintorescas y grandiosas.
La casa de portero, que se asemeja a un pequeño castillo, está construida con piedra de escombro en sus lados oeste y norte y ladrillo enlucido en el piso superior y el lado este. Su entrada presenta un pórtico que recuerda a un almenado. El muro exterior de la casa de portero incluye una cruz de piedra que conmemora una muerte en este lugar en 1712, que también es un monumento protegido.
El Feuerschlößchen ha dejado una huella imborrable en el mundo arquitectónico. Hermann Muthesius, quien formó parte del jurado del concurso, incorporó elementos del diseño de la villa en su propio trabajo, como la Casa Bernhard en el Grunewald de Berlín. De manera similar, la casa de Carl Senff de 1907/08 en el Nordstadt de Bonn refleja la influencia de la villa en su diseño e integración de un mirador central. La Landhaus y Jugendheim Zwirner de Hans Poelzig en Löwenberg, Silesia, también exhiben similitudes, particularmente en la transición de ventanas de buhardilla a un techo inclinado.
Además de su impacto arquitectónico, el Feuerschlößchen ha inspirado obras artísticas, como la pieza para piano de Tilo Medek de 1981/82, Vistas desde el Feuerschlößchen – Ocho piezas para piano para jóvenes, estrenada en Lübeck en 1983.
Feuerschlößchen no es solo una villa; es un símbolo de la evolución artística y cultural de Bad Honnef. Su rica historia, esplendor arquitectónico y legado duradero la convierten en un destino imprescindible para cualquier persona interesada en la confluencia de la historia, el arte y la arquitectura.
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