La Capilla de los Alas, conocida localmente como Capilla de los Alas, es una joya oculta situada en el corazón de Avilés, Asturias. Esta pequeña pero históricamente rica capilla no solo es un ejemplo sorprendente de la arquitectura medieval, sino también un testimonio de las ambiciones personales y el fervor religioso de su fundador, Pedro Juan. Al entrar en este sereno santuario, uno es transportado al siglo XIV, una época en la que la capilla era un faro de innovación y piedad personal en la comunidad.
La historia de la Capilla de los Alas comienza con Pedro Juan, un residente influyente de Avilés, quien imaginó un mausoleo familiar que resistiría el paso del tiempo. La capilla fue construida a mediados del siglo XIV, como lo evidencia el testamento de Pedro Juan fechado en 1346. Este documento revela que la capilla ya estaba construida para entonces, con la esposa de Pedro Juan, Sancha Pérez, ya descansando en sus sagradas paredes. El deseo de Pedro Juan de ser enterrado junto a su esposa y su disposición para que sus descendientes usaran la capilla como su lugar de descanso final destacan el papel de la capilla en afirmar el legado y el estatus social de la familia.
Uno de los aspectos intrigantes de la construcción de la capilla es la participación de un albañil llamado Juan Alfonso, mencionado en el testamento de Pedro Juan. Aunque no está claro si Juan Alfonso fue el arquitecto o simplemente un ayudante, su nombre añade un toque de misterio a los orígenes de la capilla. La construcción de la capilla representó un alejamiento significativo de las estructuras religiosas colectivas de la época, marcando un cambio hacia expresiones más personales e individualizadas de fe y posición social.
Estructuralmente, la Capilla de los Alas es una fascinante mezcla de elementos arquitectónicos pre-góticos e innovadores. El edificio es cuadrado, con paredes de piedra meticulosamente trabajadas que reflejan la riqueza y el estatus de su propietario. La calidad de los materiales utilizados es excepcional para la época, subrayando la intención de Pedro Juan de mostrar su opulencia.
El rasgo más llamativo de la capilla es su techo de estilo aquitano, una cúpula hemisférica reforzada con soportes nervados. Este tipo de techo, introducido en la Península Ibérica a finales del siglo XII, era una rareza en la región y mostraba la sofisticación arquitectónica de la capilla. Las nervaduras de la cúpula convergen en una clave tallada con lo que parece ser el rostro de Cristo, añadiendo un punto focal espiritual a la estructura. A diferencia de las construcciones góticas tradicionales, donde las nervaduras soportan el peso, en la Capilla de los Alas, estas sirven como refuerzos, distribuyendo el peso directamente a las paredes.
Al acercarse a la capilla, se es recibido por una entrada con doble arquivolta, adornada con intrincadas tallas y sostenida por cuatro columnas. Sobre la entrada, un escudo de armas moderno de la familia Alas muestra orgullosamente un castillo con tres torres flanqueado por alas, simbolizando la fuerza y protección de la familia. El tímpano sobre la puerta presenta cabezas angelicales con alas trilobuladas, añadiendo un toque etéreo a la fachada.
Al entrar, los visitantes pueden observar las detalladas tallas en los capiteles de las columnas, que representan cabezas humanas en relieve. Estas figuras, con sus elaborados peinados y diademas, parecen involucrarse en confrontaciones atemporales, añadiendo un elemento dinámico a la atmósfera serena de la capilla. La artesanía es exquisita, con cada mechón de cabello y pluma meticulosamente representados.
La función principal de la Capilla de los Alas era como tumba familiar, un lugar de descanso digno para Pedro Juan y sus descendientes. La ubicación de la capilla, adyacente a la iglesia parroquial medieval de San Nicolás de Bari, proporcionaba un contexto sagrado para los entierros de la familia. En el interior, dos sepulcros se encuentran bajo los arcos a ambos lados de la capilla, con sepulcros adicionales situados fuera de las paredes de la capilla.
A pesar de los daños sufridos durante la Guerra Civil Española, las lápidas aún llevan inscripciones y motivos heráldicos que ofrecen vislumbres del pasado histórico de la capilla. Uno de los registros más notables proviene de Gaspar Melchor de Jovellanos, quien transcribió las inscripciones en las lápidas a finales del siglo XVIII, preservando la memoria de las personas enterradas dentro de la capilla.
Hoy en día, el interior de la Capilla de los Alas parece vacío, pero una vez albergó un magnífico retablo de alabastro. Este retablo, descrito por Fortunato de Selgas en 1907 y fotografiado por Aurelio de Llano en 1928, representaba escenas de las vidas de Cristo y la Virgen María. Los siete paneles, elaborados en Inglaterra, mostraban el arte de los talleres de Londres, York y Nottingham, reconocidos por sus obras en alabastro a finales del siglo XIV. Desafortunadamente, el retablo se perdió durante la Guerra Civil Española, quedando solo fotografías y descripciones como vestigios de su antigua gloria.
En conclusión, la Capilla de los Alas es más que un monumento histórico; es una ventana a las aspiraciones personales, la devoción religiosa y la ingeniosidad arquitectónica de su época. Sus paredes resuenan con las historias de la familia Alas, sus triunfos y tribulaciones, convirtiéndola en una visita obligada para cualquiera que explore el rico tapiz cultural de Avilés.
¡Compre sus entradas ahora!
¡Con myCityHunt descubre miles de ciudades de todo el mundo en emocionantes gymkanas, búsquedas del tesoro y juegos de escape!
¡Los vales de myCityHunt son el regalo perfecto para cualquier ocasión! ¡Sorprende a tus amigos y a la familia con este extraordinario regalo! Los vales de myCityHunt tienen una validez de 2 años a partir de la fecha de compra y pueden ser utilizados dentro de este período para una ciudad y un tour de libre elección del portafolio de myCityHunt.
Cupones de regalo