El Wasserturm Mönchengladbach, conocido también como la Nueva Torre de Agua, se erige majestuoso en la Viersener Straße, justo al norte del bullicioso centro de Mönchengladbach. Esta maravilla arquitectónica, diseñada por el renombrado arquitecto Otto Greiß a principios del siglo XX, no solo es una parte esencial del horizonte de la ciudad, sino también un testimonio de la rica historia y patrimonio cultural de Mönchengladbach.
La historia del Wasserturm Mönchengladbach comienza a principios de 1900, una época marcada por un rápido crecimiento urbano e industrialización. La ciudad necesitaba un suministro de agua confiable para atender a su creciente población. La administración municipal encargó a Otto Greiß, el arquitecto de la ciudad, diseñar una torre de agua que no solo cumpliera una función práctica, sino que también se convirtiera en un hito para la ciudad. Después de dos años de construcción, la torre fue completada e inaugurada el 14 de noviembre de 1909, con un costo de 212,000 marcos.
Durante sus años operativos, la torre desempeñó un papel crucial en el sistema de suministro de agua de Mönchengladbach. Alberga dos tanques de agua: el tanque inferior, con una capacidad de 2,300 metros cúbicos, suministraba agua a las áreas bajas, mientras que el tanque superior, con 800 metros cúbicos, abastecía las partes altas de la ciudad. El diseño innovador del Wasserturm permitía que la carga del tanque superior fuera soportada únicamente por las paredes exteriores, una hazaña de ingeniería significativa en ese momento.
Es notable que la torre sobreviviera a los estragos de la Segunda Guerra Mundial sin daños, manteniéndose como un símbolo de resiliencia. Sin embargo, para la década de 1970, los avances en la tecnología de suministro de agua hicieron que la torre quedara obsoleta y sus bombas fueran apagadas permanentemente. Reconociendo su valor histórico y arquitectónico, la ciudad emprendió una gran renovación de la torre en 1987-1988, invirtiendo un millón de marcos para restaurar su techo de cobre y otros elementos estructurales. Otra ronda de renovaciones tuvo lugar en 1998, asegurando la preservación de la torre para las futuras generaciones.
El Wasserturm Mönchengladbach es un ejemplo impresionante de la arquitectura Jugendstil, o Art Nouveau. Con una altura de 51 metros, la torre está construida con ladrillos y adornada con ladrillos prensados a mano de color rojo oscuro de Gladbach. Su diámetro en la base mide 20 metros, dándole una presencia robusta y dominante. La fachada de la torre es una mezcla armoniosa de ladrillos rojos y paneles de estuco amarillo claro, estos últimos hechos de arena de piedra caliza de conchas de Rothenburg, creando un contraste visualmente atractivo.
Una de las características más distintivas de la torre es su parte superior octogonal, coronada con un techo de cobre de múltiples niveles y elegantemente curvado. El techo está adornado con seis torretas más pequeñas, cada una con cúpulas elegantemente curvadas. Estas torretas no solo añaden atractivo estético a la torre, sino que también albergan las escaleras de acceso que conducen a la plataforma de observación. La plataforma de observación ofrece una vista panorámica de Mönchengladbach y sus alrededores, convirtiéndose en un lugar popular para los visitantes.
La fachada superior de la torre está decorada con esculturas de piedra creadas por el escultor de Mönchengladbach, Emil Hollweg. Estas esculturas incluyen rostros de figuras notables de la historia de la ciudad, como el entonces alcalde Hermann Piecq y miembros de su familia. Además, se puede ver un relieve del escudo de armas de la ciudad, que presenta a San Vito, sobre el balcón a media altura. La fachada inferior está adornada con esculturas de criaturas acuáticas, incluidos peces y cangrejos, simbolizando el propósito original de la torre.
Hoy en día, el Wasserturm Mönchengladbach sirve como una popular atracción turística y un lugar cultural. La torre está abierta a los visitantes de marzo a agosto, con visitas guiadas gratuitas disponibles el primer sábado de cada mes a las 10 AM, 11 AM y 12 PM. Estas visitas ofrecen una visión fascinante de la historia de la torre, su arquitectura y las innovaciones tecnológicas de su época.
A medida que asciendes los 234 escalones de la torre, pasarás por varios niveles, cada uno ofreciendo perspectivas únicas sobre el diseño y la construcción de la torre. La subida vale la pena, ya que la plataforma de observación proporciona vistas impresionantes de la ciudad y sus alrededores. En un día despejado, se puede ver hasta la ciudad vecina de Viersen, convirtiéndose en un lugar perfecto para los entusiastas de la fotografía.
Además de su importancia histórica y arquitectónica, el Wasserturm Mönchengladbach también apoya a la comunidad artística local. Desde la década de 1980, la administración municipal ha ofrecido la casa renovada del cuidador en la base de la torre como un espacio de estudio sin alquiler para jóvenes artistas aspirantes. A cambio, estos artistas contribuyen a la embellecimiento de la ciudad a través de varios proyectos artísticos, fomentando una vibrante escena cultural en Mönchengladbach.
El Wasserturm Mönchengladbach se erige como un orgulloso símbolo del patrimonio de la ciudad y su compromiso con la preservación de sus monumentos históricos. Su combinación única de funcionalidad, belleza arquitectónica y significado cultural lo convierte en un destino imprescindible para cualquiera que explore Mönchengladbach. Ya sea que seas un aficionado a la historia, un entusiasta de la arquitectura o simplemente busques un lugar para disfrutar de vistas impresionantes, el Wasserturm Mönchengladbach ofrece una experiencia memorable que captura la esencia de esta encantadora ciudad alemana.
En conclusión, el Wasserturm Mönchengladbach es más que una torre de agua; es un testimonio del espíritu innovador de la ciudad y su rico patrimonio cultural. Su presencia imponente y su diseño intrincado continúan inspirando asombro y admiración, convirtiéndolo en un hito ineludible en Mönchengladbach. Así que, la próxima vez que te encuentres en esta vibrante ciudad, tómate un momento para visitar el Wasserturm y sumérgete en su fascinante historia y vistas impresionantes.
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