La Colegiata de Gandia, conocida localmente como Insigne Colegiata de Santa María la Asunción de Gandía, es una impresionante iglesia gótica situada en el corazón de Gandia, una ciudad en la región de Valencia, España. Esta joya arquitectónica es un testimonio de la rica historia de la ciudad y de las familias influyentes que moldearon su desarrollo, especialmente los duques reales y la familia Borgia. La iglesia, con su imponente campanario y sus intrincadas tallas de piedra, no es solo un lugar de culto sino también un símbolo del patrimonio cultural e histórico de Gandia.
Los orígenes de la Colegiata de Gandia se remontan a finales del siglo XIV, cuando Alfonso el Viejo, el Duque de Gandia, inició la construcción de una gran iglesia. Esta primera fase de construcción incluyó la creación de las esculturas del Apostolado por Joan y Pere Llobet, destinadas a adornar la fachada occidental. Estas esculturas, que datan de 1387, incluyen figuras de San Pablo, San Lucas, San Juan Evangelista y San Mateo, algunas de las cuales se encuentran ahora en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
La construcción continuó bajo el mando del hijo de Alfonso, Alfonso el Joven, hasta su muerte en 1425, momento en el cual el trabajo se detuvo. El portal lateral gótico de Santa María, también conocido como el Portal del Mercado, creado por Pere Balaguer, es una característica notable de este período, que se asemeja al portal capitular de la Catedral de Valencia.
A finales del siglo XV, la familia Borgia, que se había convertido en los nuevos señores de Gandia, jugó un papel crucial en la expansión y el enriquecimiento de la iglesia. La Duquesa María Enríquez, miembro de la familia Borgia, obtuvo una bula papal del Papa Alejandro VI en 1499, elevando la parroquia de Santa María al estatus de iglesia colegiata. Este evento significativo fue seguido por la solemne transferencia de los restos de los Duques Pere Lluís y Joan Borgia desde Santa María del Popolo en Roma a la Colegiata de Gandia en 1500.
Entre 1500 y 1507, la iglesia vio una sustancial finalización, con la adición de cuatro secciones más a la nave y la terminación del Portal de los Apóstoles, una mezcla de estilos gótico tardío y renacentista temprano. El diseño y la ejecución de este portal se atribuyen a Pere Compte o a su círculo, conocidos por su trabajo en la Lonja de la Seda en Valencia y el Monasterio de la Trinidad.
La Colegiata de Gandia es famosa por sus elementos arquitectónicos y artísticos. La construcción de la iglesia muestra la pericia de maestros constructores como Pere Vilanova, Martín de Vallpuesta, Diego Mendieta y Miquel de Gayca, quienes fueron directamente influenciados por Pere Compte. La decoración intrincada y las esculturas fueron realizadas por el taller de Forment, dirigido por Pau Forment y sus hijos Onofre y Damià. Bajo el patrocinio de la Duquesa María Enríquez, el retablo de las Siete Alegrías fue pintado por Paolo de San Leocadio, con Damià Forment a cargo de la talla y la escultura.
Uno de los aspectos más destacados de la iglesia es su arquitectura gótica, caracterizada por el uso de nervaduras retorcidas en las bóvedas, una técnica introducida por Pere Compte. La precisión y belleza de los contrafuertes, apoyados por poderosas ménsulas, son un elemento distintivo del exterior de la iglesia, reflejando la evolución de los estilos arquitectónicos desde el período califal en Córdoba.
El portal principal, conocido como el Portal de los Apóstoles, está adornado con bajorrelieves y esculturas de la familia Forment, mostrando una transición de influencias góticas a renacentistas tempranas. La estructura de madera del retablo mayor y la imagen de piedra de la Virgen de la Colegiata también son obras notables de la familia Forment, mostrando su maestría en la combinación de estilos gótico y renacentista.
Los visitantes de la Colegiata de Gandia pueden sumergirse en la rica historia y el esplendor arquitectónico de esta obra maestra gótica. El interior de la iglesia presenta una impresionante colección de arte religioso, incluyendo pinturas, esculturas y tallas de piedra intrincadas. El altar mayor, con su detallada carpintería y iconografía religiosa, es un punto focal de la iglesia, ofreciendo una visión del patrimonio artístico y espiritual de la región.
El campanario de la iglesia, una característica prominente del horizonte de Gandia, ofrece impresionantes vistas de la ciudad y el paisaje circundante. Subir a la cima de la torre proporciona una perspectiva única sobre los detalles arquitectónicos de la iglesia y la importancia histórica de su ubicación.
La Colegiata de Gandia no es solo un monumento histórico; es un testimonio vivo de la fe y la dedicación de las personas que la construyeron y mantuvieron a lo largo de los siglos. La iglesia sigue sirviendo como un lugar de culto y reunión comunitaria, albergando ceremonias religiosas, eventos culturales y celebraciones durante todo el año.
En conclusión, una visita a la Colegiata de Gandia ofrece una experiencia enriquecedora, combinando historia, arte y arquitectura en un entorno que ha resistido la prueba del tiempo. Ya sea que seas un entusiasta de la historia, un amante del arte o un buscador espiritual, la Colegiata de Gandia proporciona un viaje cautivador a través de los siglos, mostrando el legado perdurable de una de las iglesias góticas más notables de España.
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