La Piazza del Popolo en Ascoli Piceno, Italia, es un magnífico ejemplo de arquitectura renacentista y diseño urbano, a menudo descrita como una de las plazas más armoniosas de Italia. Este oasis peatonal, situado en el corazón del centro histórico de Ascoli Piceno, es un lugar simbólico de encuentro donde los locales se reúnen, pasean y disfrutan del vibrante ambiente. Con su elegante pavimento de travertino y los edificios históricos que la rodean, la Piazza del Popolo es una visita obligada para cualquiera que explore la región de las Marcas.
Los orígenes de la Piazza del Popolo son algo enigmáticos. Algunos historiadores creen que fue el sitio del Foro Romano debido a su proximidad a la intersección de los ejes principales de la ciudad romana. Sin embargo, la evidencia arqueológica sugiere que pudo haber sido un área comercial, como lo indica el extenso pavimento de opus spicatum visible en el área arqueológica del Palazzo dei Capitani del Popolo.
Durante el período medieval, la plaza era más pequeña y estaba rodeada por casas-torre con espacios comerciales en las plantas bajas. La presencia del Palazzo dei Capitani y la Iglesia de San Francesco aumentó gradualmente su importancia, contrastándola con la cercana Piazza Arringo.
A mediados del siglo XIV, la plaza comenzó a expandirse hacia el norte, facilitada por la demolición de casas que ocupaban ese lado. Esta expansión continuó en el siglo siguiente, transformando la plaza de su forma original cuadrada a una rectangular. A finales del siglo XV, la plaza estaba completamente libre de casas medievales y se pavimentó con losas regulares de travertino.
La configuración arquitectónica actual de la Piazza del Popolo se estableció a principios del siglo XVI bajo la dirección del gobernador Raniero de' Ranieri, siguiendo las órdenes del Papa Julio II. En 1509, se construyeron pórticos con bóvedas de ladrillo y columnas de travertino en tres lados de la plaza para mejorar la situación urbana de muchas tiendas, almacenes y casas medievales irregulares que aún daban a la plaza.
Después de completar la columnata, se permitió a los propietarios privados construir y elevar sus propiedades según reglas específicas: solo se permitía un piso por encima de la columnata, manteniendo alturas uniformes, usando los mismos materiales de construcción (travertino para ventanas y ladrillo para bóvedas y casas), y construyendo ventanas con un diseño específico que presentaba tímpanos redondos y decoraciones de palmeta. Este diseño, atribuido a Bernardino di Pietro da Carona, probablemente tiene raíces romanas y es más probablemente atribuido a Alberto da Piacenza, un alumno de Bramante.
La Piazza del Popolo cubre un área de aproximadamente 2,500 metros cuadrados, con dimensiones de unos 29 por 87 metros. Es de forma rectangular y está ubicada cerca de la intersección del Corso Giuseppe Mazzini y la Via del Trivio, con la fachada principal de San Francesco en su esquina noroeste.
El lado occidental de la plaza está dominado por la imponente fachada del Palazzo dei Capitani del Popolo y el encantador Caffè Meletti. El lado norte está completamente cerrado por las elegantes formas góticas del lado derecho de la Iglesia de San Francesco, que está adornada con la llamada Edicola di Lazzaro Morelli, en realidad creada por Silvio Giosafatti, y el dinámico complejo del ábside.
El resto del perímetro está ocupado por palacetes renacentistas con pórticos y logias, que cierran el lado oriental, el lado opuesto a la iglesia, y parte del lado occidental adyacente a la iglesia. El lado sur de los palacetes es más alto que los demás, ya que se construyó con una logia sobre el orden de las ventanas, cuyos restos se pueden ver en una pequeña columna y la correspondiente imposta del arco en el extremo izquierdo. La logia, cerrada en la primera mitad del siglo XIX, fue decorada en monocromo en 1904 por Pio Nardini con motivos grotescos y medallones, uno de los cuales lleva el escudo de la ciudad.
La disposición renacentista de la Piazza del Popolo ejemplifica los principios teóricos de Filarete y Alberti, quienes, basándose en las teorías de Vitruvio, imaginaron plazas rectangulares con una proporción de ancho a largo de 1:3 y rodeadas de pórticos para realzar su función comercial. La plaza está completamente pavimentada con losas pulidas de travertino, creando una apariencia brillante y luminosa que adquiere un efecto de espejo impresionante cuando llueve.
La Piazza del Popolo no es solo una joya arquitectónica, sino también un vibrante centro cultural. Es el escenario de los dos eventos más importantes y famosos de la ciudad: el Carnaval y la Quintana, así como de importantes actuaciones musicales y teatrales. La importancia de la plaza se destaca aún más por sus frecuentes apariciones en películas y series de televisión rodadas en la ciudad. Notablemente, aparece de manera prominente en la película Alfredo Alfredo (1972) de Pietro Germi y I delfini (1960) de Francesco Maselli.
La plaza también ganó fama televisiva en la década de 1990 cuando acogió el Festivalbar en varias ocasiones, incluida la final de 1995 cuando la Arena de Verona no estaba disponible. En 2001, fue el escenario de Notti di duelli e di magia, un evento transmitido mundialmente por Rai 1, inspirado en la Quintana y Cecco d'Ascoli, y con actuaciones de Roberto Bolle, Anna Oxa, los Chieftains y la Compagnia dei Folli.
Además, la Piazza del Popolo ha sido el telón de fondo de numerosas campañas publicitarias, tanto en prensa como en televisión, incluyendo un comercial de Fiat Seicento de 1999 inspirado en la Edad Media, Impresa Semplice de Telecom, Vodafone en 2012 y Serie A TIM en 2015. Durante muchos años, una reproducción de la plaza apareció en el diseño del set del programa de televisión Striscia la notizia, junto a otros importantes monumentos italianos.
En conclusión, la Piazza del Popolo en Ascoli Piceno es más que una simple plaza; es un testimonio vivo de la rica historia, la belleza arquitectónica y la vibrante cultura de la ciudad. Ya sea que seas un entusiasta de la historia, un amante de la arquitectura o simplemente busques un lugar pintoresco para disfrutar de un café, esta obra maestra renacentista es un destino imprescindible que te dejará encantado.
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