Ubicada con orgullo en el corazón de Weißenfels, Sajonia-Anhalt, la Marienkirche (conocida localmente como St. Marien) es un magnífico testimonio de la arquitectura gótica tardía y la rica historia de este encantador pueblo alemán. Esta iglesia evangélica, con su coro ricamente decorado, domina la plaza del mercado, invitando a los visitantes a retroceder en el tiempo y explorar siglos de evolución arquitectónica y patrimonio religioso.
Los orígenes de la Marienkirche se remontan a 1158, cuando fue mencionada por primera vez en registros históricos como la iglesia del asentamiento del mercado. La iglesia fue consagrada en 1351, marcando el inicio de su larga presencia en Weißenfels. A pesar de sufrir daños significativos durante las guerras husitas en 1430, la iglesia fue reconstruida en estilo gótico tardío, comenzando con su coro ricamente adornado, que sigue siendo uno de sus rasgos más impresionantes.
La nave de cinco tramos de la iglesia, construida en un estilo más austero, comenzó alrededor de 1455-56, según la datación dendrocronológica. La evolución de los tracerías de las ventanas de este a oeste refleja las tendencias arquitectónicas de la época, mostrando formas cada vez más modernas. Las naves laterales, con sus terminaciones poligonales de dos lados, y los diferentes diseños de los contrafuertes y arcadas del norte y del sur, sugieren posibles cambios en los planes de construcción a lo largo del tiempo.
A principios del siglo XVI, se añadió una sacristía con una bóveda estrellada y claves figurativas en el lado norte del coro. La torre oeste, inicialmente coronada con un techo a cuatro aguas entre 1530 y 1535, recibió una elegante adición barroca con pilastras y una cúpula graciosamente curvada entre 1718 y 1722, tras un devastador incendio en la ciudad.
Los visitantes que ingresan a la Marienkirche son recibidos por portales de arco apuntado en ambos lados norte y sur de la nave, diseñados en la distintiva forma de arco de quilla. La puerta de la sacristía en el lado norte del coro refleja este diseño, proporcionando una estética cohesiva en toda la iglesia.
En el interior, el espacioso coro, aunque relativamente simple en decoración, está coronado con una bóveda de red adornada con numerosas claves y escudos de armas del siglo XV tardío. El coro termina en un cierre poligonal oriental, utilizando cinco lados de un decágono, añadiendo un toque geométrico único a la estructura.
La nave está sostenida por simples pilares octogonales, con las arcadas más orientales siendo ligeramente más estrechas y bajas. Las bóvedas de red de las naves laterales, que datan de alrededor de 1520, descansan sobre consolas de máscaras del período de construcción del barco. Curiosamente, la bóveda principal de la nave nunca se completó en piedra; en su lugar, se instaló una bóveda de cañón de madera entre 1655 y 1660, añadiendo un cálido encanto rústico al interior.
Las naves laterales y el lado oeste están revestidos con galerías, que, junto con el mobiliario de la iglesia, datan de 1670 a 1684, cuando la iglesia fue convertida en una iglesia de la corte. Estas galerías, junto con el diseño general de la iglesia, crean una sensación de grandeza y continuidad histórica.
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La Marienkirche alberga una serie de tesoros artísticos y litúrgicos que cautivan la imaginación. El altar, destacado por una gran pantalla de madera con columnas independientes y ricas decoraciones figurativas, fue creado por Andreas Griebenstein en 1684. El panel principal representa la escena en el Monte de los Olivos, con un relieve de la Última Cena abajo. Flanqueando la escena central hay estatuas de David y Simei, mientras que la sección superior presenta una gloria radiante, virtudes cristianas y ángeles.
El púlpito, una obra colaborativa de Andreas Griebenstein y los pintores Christian Hoffmann y Johann Christoph Goldner en 1674, es otro punto destacado. La balaustrada de la cesta de arenisca presenta altos relieves del Salvador y los cuatro Evangelistas, mientras que la barandilla de la escalera representa al Buen Pastor y una vista invertida de la ciudad de Weißenfels antes del incendio de 1718. La cubierta sonora de madera muestra una representación de Dios Padre con Cristo resucitado en una nube celestial, con la paloma del Espíritu Santo en la parte inferior.
La gran pila bautismal de arenisca, también creada por Andreas Griebenstein en 1681, presenta altos relieves de Adán y Eva y ciervos bebiendo agua, simbolizando el bautismo. Las balaustradas de las galerías están adornadas con escenas pintadas del Antiguo y Nuevo Testamento, añadiendo un elemento narrativo a la decoración de la iglesia. En el coro, se puede encontrar una pintura del Juicio Final y un retrato del donante del tercer cuarto del siglo XVI, junto con una pequeña Pietà de madera del mismo período.
Otros elementos notables incluyen un crucifijo barroco y un epitafio para Martin Hundt († 1515) y su familia, con una elaborada representación de Ecce Homo. Los ricos muebles litúrgicos de la iglesia también incluyen una jarra bautismal de la era del Renacimiento.
El patrimonio musical de la Marienkirche se refleja en su impresionante órgano, construido por Friedrich Ladegast entre 1862 y 1864. Este instrumento, con sus 41 registros en tres manuales y pedal, fue restaurado por Thomas Hillebrand en 1999 y sometido a una renovación integral por Eule Orgelbau Bautzen desde 2018 hasta 2021, restaurando su disposición original.
Además del gran órgano, la iglesia alberga un instrumento más pequeño construido por Eule Orgelbau en 1953, con 4 registros en un solo manual y sin pedal, enriqueciendo aún más la oferta musical de la iglesia.
La Marienkirche una vez contó con un conjunto de campanas de cuatro partes fundidas por Johann Christoph Fischer después del incendio de 1718. Hoy en día, solo las dos campanas medias, afinadas en d' y fis', permanecen, alojadas en el marco de campanas barroco original.
En conclusión, la Marienkirche en Weißenfels no es solo un lugar de culto, sino un museo viviente de historia arquitectónica y artística. Sus paredes, bóvedas y mobiliario cuentan la historia de la resiliencia y devoción de una comunidad a lo largo de los siglos. Una visita a esta histórica iglesia ofrece una profunda visión de la vida espiritual y cultural de Weißenfels, convirtiéndola en una parada esencial para cualquier viajero que explore Sajonia-Anhalt.
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