El Castillo de Wädenswil, situado majestuosamente en una colina en la pintoresca municipalidad de Wädenswil en el cantón de Zúrich, Suiza, es un espléndido ejemplo de arquitectura histórica y patrimonio cultural. Este sereno castillo, rodeado de exuberante vegetación, ofrece un escape tranquilo y una fascinante mirada al pasado, convirtiéndolo en una visita obligada tanto para los entusiastas de la historia como para los turistas casuales.
La historia del Castillo de Wädenswil comienza a mediados del siglo XVI. Después de la Reforma, la Orden de San Juan vendió la señoría de Wädenswil, junto con todos sus derechos, al cantón de Zúrich en 1549. Esta adquisición permitió a Zúrich fortalecer su posición en la orilla superior izquierda del Lago de Zúrich a expensas de la Orden de San Juan. Para acomodar al gobernador, la construcción del Castillo de Wädenswil comenzó en 1550 y se completó en 1555.
Sin embargo, el castillo original no resistió el paso del tiempo sin daños. En 1557, el Castillo de Alt-Wädenswil fue demolido tras una decisión de la Dieta, ya que los cantones de Glaris y Schwyz temían que pudiera convertirse en un punto de partida para acciones militares por parte de la ciudad-estado en expansión de Zúrich. Durante los siguientes 250 años, los gobernadores de Zúrich gobernaron desde el Castillo de Wädenswil, convirtiéndolo en un puesto codiciado entre las altas esferas de la sociedad de Zúrich.
A principios del siglo XVII, el Castillo de Wädenswil se convirtió en un punto focal para disputas religiosas. En enero y febrero de 1613, Hans Landis y otros representantes del movimiento anabaptista fueron convocados al castillo por el alcalde Rahn y el antistes Johann Jakob Breitinger para dos disputas teológicas.
Con el cambio del panorama político en 1798 y el colapso de la ciudad-estado de Zúrich, la recién formada República Helvética declaró el castillo propiedad nacional y lo arrendó a la municipalidad de Wädenswil. En 1799, Philipp Albert Stapfer, el nuevo Ministro de Educación Helvético, decidió establecer una institución educativa en el ahora vacío castillo. Para el año 1800, la escuela abrió bajo la dirección del educador de Aarberg J.Th. Lutz, atendiendo a niños de 11 a 15 años, pero solo operó durante dos años.
El comienzo del siglo XIX trajo más turbulencias. En 1804, la población rural, ansiosa por conservar sus recién adquiridos derechos, se rebeló contra la aristocracia de Zúrich, llevando a la Guerra de Bocken. El primer acto de guerra de los insurgentes fue un ataque incendiario al Castillo de Wädenswil el 24 de marzo de 1804, que resultó en el incendio y destrucción del edificio principal.
En 1816, el arquitecto zuriqueño Hans Conrad Stadler comenzó la construcción del actual castillo neoclásico. A lo largo de los años, el castillo cambió de manos varias veces, convirtiéndose finalmente en el hogar de la Estación Experimental Germano-Suiza para Frutas, Vino y Horticultura en 1890. Esta institución fue renombrada como el Instituto Federal de Investigación en 1968 y ahora se conoce como Agroscope Changins-Wädenswil (ACW). Su primer director fue Hermann Müller-Thurgau, el creador de la variedad de uva Riesling x Sylvaner.
Complementando la importancia histórica del castillo está el encantador Parque del Castillo, que incluye el Arboreto Gehölzgarten. Ubicado en la ladera debajo del castillo, este jardín de 10,000 metros cuadrados cuenta con algunos de sus árboles más antiguos que datan de 1836. Para 1895, la colección había crecido para incluir más de 500 especies de plantas leñosas.
Sin embargo, a medida que la importancia de la botánica en la investigación científica disminuyó, el arboreto dejó de ser mantenido para la investigación dendrológica en 1987. En 2008, representantes de la ciudad de Wädenswil, Agroscope y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich (ZHAW) fundaron la asociación Landart im Schlosspark. Su objetivo es revitalizar el arboreto, asegurando que sus tesoros botánicos continúen siendo apreciados por las futuras generaciones.
En conclusión, el Castillo de Wädenswil no es solo un castillo; es un testimonio de la rica historia y evolución cultural de la región. Desde sus orígenes como residencia del gobernador hasta su papel en desarrollos religiosos y educativos, y finalmente, su transformación en un centro de investigación agrícola, el castillo ha sido testigo y ha resistido el paso del tiempo. Hoy en día, se erige como un destino sereno y pintoresco, invitando a los visitantes a explorar su pasado lleno de historia y disfrutar de la belleza natural de sus alrededores. Ya sea que seas un aficionado a la historia, un amante de la naturaleza o simplemente busques un refugio tranquilo, el Castillo de Wädenswil ofrece una experiencia única y enriquecedora que seguramente dejará una impresión duradera.
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