En el corazón de la encantadora ciudad costera de Senigallia, Italia, se encuentra la majestuosa Iglesia de la Cruz, conocida localmente como Chiesa della Croce. Este sagrado edificio, que data de 1608, es un testimonio de la rica historia y herencia artística de la región. Construida bajo los auspicios de la Cofradía del Sacramento y la Cruz, la iglesia es una mezcla de estilos renacentista tardío y barroco, ofreciendo a los visitantes un festín visual de esplendor arquitectónico y artístico.
La Iglesia de la Cruz fue construida por Girolamo Marini da Barchi, probablemente siguiendo los diseños de Muzio Oddi, un arquitecto de la corte de Urbino. El exterior de la iglesia es un ejemplo impresionante de la arquitectura renacentista tardía. La fachada, dividida por cuatro pilastras con capiteles corintios compuestos, está adornada con decoraciones geométricas en piedra de Istria. El prominente frontón con un óculo central es una característica definitoria que añade grandiosidad a la iglesia. Sobre la entrada, una inscripción reza, Erigis et fugit a te humilias te et venit ad te, un recordatorio conmovedor de San Agustín que se traduce como Si te exaltas, el Señor huye de ti; si te humillas, Él viene a ti.
Al entrar en la Iglesia de la Cruz, uno se ve inmediatamente envuelto en la opulencia del diseño barroco. El interior, de planta rectangular, presenta paredes cubiertas de madera dorada finamente decorada, adornadas con intrincados tallados y relieves característicos del período barroco. A pesar de la decoración lujosa, el diseño general mantiene una elegancia y sobriedad arquitectónica reminiscentes del Renacimiento.
La iglesia alberga siete altares: el altar principal y tres a cada lado, cada uno originalmente dedicado a un gremio diferente. El altar principal es una obra maestra de bordado dorado, con relieves florales, guirnaldas y querubines. En su centro se encuentra una rejilla con zarcillos que sostienen una cruz, y dentro del altar yace una estatua de madera del Cristo Muerto del siglo XVII. Sobre el altar, un lujoso telón de fondo enmarca el retablo de Federico Barocci, que representa El traslado de Cristo al sepulcro. Esta pintura, creada entre 1579 y 1582, es una de las mejores obras de Barocci y muestra su conocimiento del Retablo Baglioni de Rafael.
El primer altar a la izquierda está dedicado a Santa Bárbara, la patrona de los bombarderos y artilleros. Las columnas tienen forma de cañones, con símbolos de bombarderos adornando el friso. La pintura de Santa Bárbara es de Claudio Ridolfi, un alumno de Barocci. El segundo altar presenta La Crucifixión de Ridolfi, alojada en un gran nicho. El tercer altar muestra una pintura barroca de la Sagrada Familia y San Gregorio intercediendo por las almas en el Purgatorio, que data de principios del siglo XVII.
El primer altar a la derecha exhibe una pintura de la Asunción de la Virgen María, San Francisco y San Nicolás de Tolentino, con otros dos santos en el fondo. Esta obra es producto de la escuela Marchigiana del siglo XVII. El segundo altar alberga una pequeña pintura sobre lienzo, una copia de la imagen de la Madre del Buen Consejo, venerada en el santuario de Genazzano en Palestrina, a la que el Papa Pío IX era devoto. El tercer altar presenta una pintura de la Crucifixión con ángeles adoradores, Santo Tomás de Aquino y San Buenaventura, una obra de autor desconocido de la escuela Marchigiana, restaurada por la Cofradía en 1997.
El techo de la iglesia es un magnífico diseño artesonado, con paneles cuadrados enriquecidos por un intrincado juego de arabescos. Una banda central muestra los símbolos de la cruz y la Eucaristía, el emblema de la Cofradía del Sacramento y la Cruz.
Una de las posesiones más preciadas de la iglesia es su órgano de tubos, construido en 1775 por el renombrado fabricante de órganos veneciano Gaetano Callido. El órgano, alojado en una caja de madera en la galería de la contrafachada, cuenta con un solo teclado de 45 teclas y un pedalero de octava corta, típico del estilo veneciano del siglo XVIII.
Visitar la Iglesia de la Cruz en Senigallia es un viaje en el tiempo, ofreciendo un vistazo a la herencia artística y espiritual de esta histórica ciudad. Ya seas un amante del arte, un entusiasta de la historia o un buscador espiritual, esta iglesia promete una experiencia enriquecedora que dejará una impresión duradera.
¡Compre sus entradas ahora!
¡Con myCityHunt descubre miles de ciudades de todo el mundo en emocionantes gymkanas, búsquedas del tesoro y juegos de escape!
¡Los vales de myCityHunt son el regalo perfecto para cualquier ocasión! ¡Sorprende a tus amigos y a la familia con este extraordinario regalo! Los vales de myCityHunt tienen una validez de 2 años a partir de la fecha de compra y pueden ser utilizados dentro de este período para una ciudad y un tour de libre elección del portafolio de myCityHunt.
Cupones de regalo