Ubicada en un pintoresco promontorio sobre el valle del Tauber, la Alte Burg, también conocida como Burg Rothenburg ob der Tauber, es una fascinante ruina cargada de historia. Este castillo imperial medieval, situado cerca del encantador pueblo de Rothenburg ob der Tauber en Baviera, Alemania, ofrece a los visitantes una ventana al pasado con sus intrigantes historias y restos arquitectónicos.
Los orígenes de Alte Burg se remontan a la segunda mitad del siglo XI, cuando los Condes de Comburg-Rothenburg establecieron una fortaleza en la región. Esta línea noble terminó en 1116, y la propiedad del castillo es objeto de debate: pudo haber pasado a la Abadía Benedictina de Comburg o, más probablemente, a la dinastía Hohenstaufen. El rey Conrado III de la familia Hohenstaufen construyó un nuevo castillo imperial alrededor de 1142, estratégicamente ubicado en un promontorio escarpado con vistas al río Tauber.
El castillo desempeñó un papel significativo durante el período medieval, siendo mencionado con frecuencia en documentos históricos. En 1188, formó parte de un acuerdo matrimonial entre el emperador Federico I Barbarroja y el rey Alfonso VIII de Castilla, aunque la unión nunca se concretó. La importancia del castillo disminuyó tras la era Hohenstaufen, pero siguió siendo una residencia real hasta mediados del siglo XIII.
Hoy en día, los visitantes pueden explorar los restos de esta otrora majestuosa fortaleza. El sitio se divide en tres secciones principales: Vorderburg, Mittelburg y Hinterburg. La Vorderburg, situada en el extremo occidental, albergaba los edificios principales de la corte real, mientras que la Mittelburg y la Hinterburg contenían residencias para los funcionarios del rey.
Uno de los puntos destacados es la Capilla de San Blas, que conserva partes significativas del palacio románico. Originalmente un edificio residencial, fue convertido en capilla a finales del siglo XIV. La arquitectura de la capilla, con su mezcla de estilos románico y gótico temprano, muestra la artesanía medieval de la época.
La Capilla de San Blas se erige como un testimonio de la evolución arquitectónica del castillo. Inicialmente sirviendo como una residencia señorial, fue transformada en un espacio sagrado bajo la dirección del alcalde Heinrich Toppler a finales del siglo XIV. La capilla presenta pinturas murales bellamente conservadas y tallados en piedra intrincados, ofreciendo un vistazo a los esfuerzos artísticos del período.
En los siglos XVII y principios del XX, se añadieron galerías de madera, mejorando el interior de la capilla. Hoy en día, sirve como un memorial para aquellos que cayeron en las guerras mundiales, invitando a la reflexión y contemplación en medio de sus históricos muros.
Las extensas murallas perimetrales de Alte Burg, construidas con bloques de piedra rústica característicos, están en gran parte intactas en tres lados. Estas fortificaciones, con su imponente presencia, insinúan la antigua gloria e importancia estratégica del castillo. La pared norte aún muestra rastros del gran salón destruido, un recordatorio de la grandeza pasada del castillo.
La puerta románica, ahora parte de una residencia privada conocida como el Gärtnerhaus, fue excavada por primera vez en 2007. Esta antigua entrada alguna vez sirvió como el acceso principal al castillo, dando la bienvenida a dignatarios y visitantes por igual.
Ninguna visita a Alte Burg está completa sin un paseo por los jardines del castillo, que ofrecen impresionantes vistas sobre el valle del Tauber. Los jardines, ubicados en el sitio del antiguo castillo, proporcionan un entorno sereno para la reflexión y la relajación. El Stauferstele, erigido en 2010, conmemora el pasado imperial del castillo y la influencia de la dinastía Hohenstaufen en la región.
Alte Burg es más que un sitio histórico; es un viaje a través del tiempo que captura la imaginación de todos los que la visitan. Las ruinas del castillo, con sus historias de intriga real y vida medieval, invitan a la exploración y el descubrimiento. Mientras deambulas por los restos de esta otrora poderosa fortaleza, casi puedes escuchar los ecos de la historia susurrando a través de las piedras, contando cuentos de una era pasada.
Ya sea que seas un entusiasta de la historia o simplemente busques un lugar pintoresco con un rico patrimonio cultural, Alte Burg ofrece una experiencia inolvidable. Sus muros, aunque desgastados por el tiempo, continúan siendo un testimonio de la resistencia y grandeza del pasado, convirtiéndola en un destino imprescindible en el corazón de Baviera.
¡Compre sus entradas ahora!
¡Con myCityHunt descubre miles de ciudades de todo el mundo en emocionantes gymkanas, búsquedas del tesoro y juegos de escape!
¡Los vales de myCityHunt son el regalo perfecto para cualquier ocasión! ¡Sorprende a tus amigos y a la familia con este extraordinario regalo! Los vales de myCityHunt tienen una validez de 2 años a partir de la fecha de compra y pueden ser utilizados dentro de este período para una ciudad y un tour de libre elección del portafolio de myCityHunt.
Cupones de regalo