Ubicado a lo largo de las orillas del poderoso río Rin, en el encantador pueblo de Oestrich-Winkel, el Oestricher Kran se erige como un testimonio de la rica historia de comercio de vino y destreza en ingeniería de la región. Este grúa barroca, cariñosamente conocida como la Vieja Grúa del Rin, jugó un papel crucial en el bullicioso comercio del Rheingau, donde el arte de la vinicultura se ha perfeccionado a lo largo de los siglos.
La historia del Oestricher Kran está entrelazada con el tejido económico y social de la región del Rheingau. Construido a mediados del siglo XVIII, esta grúa fue una herramienta vital para cargar barriles de vino y otros bienes en los barcos que navegaban por el Rin. Su establecimiento en Oestrich fue un evento significativo, ya que el privilegio de construir y operar tales grúas estaba típicamente reservado para pueblos selectos que recibían derechos especiales de los arzobispos de Mainz.
Antes de la construcción del Oestricher Kran, el pueblo dependía de una grúa flotante que databa del siglo XVI. Sin embargo, la exposición constante al agua y al hielo hacía que la grúa flotante fuera propensa a sufrir daños. Reconociendo la necesidad de una solución más confiable, el arzobispo autorizó la construcción de una grúa en tierra, que prometía mayor estabilidad y eficiencia. Para 1745, después de 16 meses de construcción, la grúa fue completada, marcando una nueva era en las operaciones comerciales de la región.
El Oestricher Kran es un ejemplo notable de ingeniería del período barroco. Es una grúa de rueda de andar de madera, ubicada en tierra, que se distingue de sus contrapartes flotantes por su robusta construcción y ubicación estratégica en terreno firme. La casa de la grúa, construida con resistentes vigas de roble, presenta un diseño cónico que se eleva a una altura de 12 metros. Su techo, diseñado en forma de cono truncado, está cubierto de pizarra y gira alrededor de un eje central, permitiendo que el brazo de la grúa se extienda sobre el río.
En su interior, la grúa opera a través de un sistema de ruedas de andar impulsadas por trabajadores conocidos como Radläufer o corredores de rueda. Estos trabajadores caminaban dentro de las grandes ruedas, al igual que los hámsteres en una rueda, para generar la potencia necesaria para levantar y bajar cargas pesadas. La grúa era capaz de manejar hasta 2.5 toneladas, convirtiéndose en una herramienta esencial para transportar los renombrados barriles de vino de la región y otras cargas.
La función principal del Oestricher Kran era facilitar el comercio del vino, una piedra angular de la economía del Rheingau. A finales del siglo XVIII, la grúa manejaba un volumen impresionante de vino, con registros que indican la carga de cientos de barriles de 1,200 litros anualmente. Este método eficiente de carga no solo impulsó el comercio, sino que también subrayó la importancia del Rheingau como un centro de producción de vino de alta calidad.
El funcionamiento de la grúa estaba meticulosamente supervisado por un Kranmeister, quien aseguraba el buen desarrollo del proceso de carga. Se mantenía un detallado programa de tarifas para regular los costos asociados con el uso de la grúa, reflejando la naturaleza organizada y profesional del comercio durante este período.
Hoy en día, el Oestricher Kran es más que un simple vestigio del pasado; es un símbolo de la conexión perdurable de la región con su herencia vinícola. Como una de las últimas grúas históricas que permanecen en la orilla derecha del Rin, se erige orgullosamente bajo protección monumental, invitando a los visitantes a retroceder en el tiempo e imaginar la actividad bulliciosa que una vez lo rodeó.
Aunque la grúa dejó de operar en 1926, sigue siendo completamente funcional, un testimonio de la durabilidad e ingenio de su diseño. Los visitantes pueden explorar la grúa y aprender sobre su fascinante historia, obteniendo una visión de los avances tecnológicos del siglo XVIII y el papel fundamental que desempeñó en la configuración del paisaje económico del Rheingau.
Una visita al Oestricher Kran es un viaje a través del tiempo, ofreciendo una visión única del pasado mientras se disfruta de la belleza pintoresca del Rin. La grúa es fácilmente accesible, ubicada cerca de la Bundesstraße 42, y proporciona un punto de partida perfecto para explorar el encantador pueblo de Oestrich-Winkel y sus viñedos circundantes.
Ya sea que seas un entusiasta de la historia, un amante del vino o simplemente busques un lugar pintoresco para disfrutar de las tranquilas aguas del Rin, el Oestricher Kran ofrece una experiencia cautivadora. Al estar en la sombra de esta magnífica estructura, sentirás los ecos de la historia y el espíritu de innovación que continúan definiendo esta encantadora región.
¡Compre sus entradas ahora!
¡Con myCityHunt descubre miles de ciudades de todo el mundo en emocionantes gymkanas, búsquedas del tesoro y juegos de escape!
¡Los vales de myCityHunt son el regalo perfecto para cualquier ocasión! ¡Sorprende a tus amigos y a la familia con este extraordinario regalo! Los vales de myCityHunt tienen una validez de 2 años a partir de la fecha de compra y pueden ser utilizados dentro de este período para una ciudad y un tour de libre elección del portafolio de myCityHunt.
Cupones de regalo