Abspoel, también conocido como Abtspoel, es un sitio histórico fascinante ubicado en el encantador pueblo de Oegstgeest, en la provincia de Holanda Meridional, Países Bajos. Este antiguo señorío y puesto avanzado cuenta con una rica historia, desde sus orígenes como una finca monástica en el siglo XV hasta su transformación en una gran casa de campo y, finalmente, su declive y reutilización en la era moderna.
La historia de Abspoel comienza en la primera mitad del siglo XV, cuando Willem van Mathenes, el abad de la Abadía de Egmond, decidió construir una casa en la finca. Esta casa sirvió como un puesto avanzado monástico, completo con una capilla consagrada en 1457. Los alrededores serenos y la importancia religiosa hicieron de Abspoel un refugio para los monjes de la Abadía de Egmond.
Durante los tiempos turbulentos de 1516, cuando la peste asoló la región, el abad de Egmond buscó refugio en Abspoel. Esto resalta la importancia de la finca como un refugio seguro en tiempos de crisis. Sin embargo, el destino de la capilla cambió en 1555 cuando fue desmantelada, marcando el fin de su función religiosa.
En 1561, Nicolaas van Nieuwland fue nombrado obispo de Haarlem y eligió Abspoel como su retiro campestre. A pesar de ser obligado a renunciar a su obispado por el Duque de Alba en 1568, Nicolaas retuvo Abspoel y decidió retirarse allí permanentemente en la primavera de 1571. Desafortunadamente, las circunstancias de la guerra lo obligaron a huir a Utrecht solo un año después. Los Estados de Holanda realizaron un inventario de los terrenos y posesiones de Abspoel al final de ese año, indicando la importancia y el valor de la finca.
El año 1574 trajo devastación a Abspoel cuando la ciudad de Leiden incendió la casa para evitar que las tropas españolas la usaran como fortaleza. La otrora grandiosa finca quedó reducida a ruinas, y los Estados de Holanda se apoderaron de la propiedad. En 1591, fue vendida a Foy van Brouchoven, un residente de Leiden, quien emprendió la ambiciosa tarea de reconstruir Abspoel en una casa de campo con apariencia de castillo.
La visión de Foy van Brouchoven para Abspoel incluyó la reconstrucción de las paredes restantes de la antigua casa, resultando en un diseño irregular con cinco alas y un edificio de servicios que rodeaban una torre de escaleras central. La finca contaba con techos a dos aguas entre frontones escalonados, un patio con una casa de entrada y un foso que rodeaba la casa. La grandeza de Abspoel se vio aún más realzada por un jardín decorativo y avenidas arboladas, con el camino central ofreciendo una vista de la Groene Kerkje en Oegstgeest.
Tras la muerte de Foy van Brouchoven en 1610, la finca pasó a su hijo Jacob, quien continuó manteniéndola y expandiéndola. Sin embargo, la falta de herederos de Jacob llevó a la venta de Abspoel en 1642 al alcalde Willem Paedts. La familia Paedts mantuvo la propiedad de Abspoel hasta el siglo XVIII, con el nieto de Willem mejorando y expandiendo aún más la casa entre 1712 y 1732.
En 1762, Abspoel fue heredado por Adriana Barbara van Cruyskercken, quien lo legó a Pieter Cornelis Baron van Leyden. La finca luego pasó a su hija Françoise Johanna, quien se casó con Johan Gael. Su hijo Diederik van Leyden Gael heredó Abspoel, y tras su muerte en 1846, su viuda Johanna van der Hoop continuó usándolo como casa de campo.
La muerte de Johanna en 1862 marcó el fin de una era para Abspoel. La casa y sus terrenos fueron subastados, y el nuevo propietario demolió la casa en 1863. Los antiguos terrenos del castillo se transformaron en tierras agrícolas, marcando el fin de la grandeza de Abspoel.
En el siglo XX, el área experimentó cambios significativos, con desarrollos residenciales reemplazando la otrora grandiosa finca. En 2017, la apertura del Sportpark Overveer trajo nueva vida a la zona. Durante las investigaciones arqueológicas para el nuevo parque deportivo, se descubrieron posibles restos de los edificios auxiliares de Abspoel y un foso, conectando el presente con el pasado.
Aunque la estructura física de Abspoel ya no existe, su legado perdura. El obelisco del siglo XVIII de la finca ahora reside en el Kasteel Endegeest, la veleta adorna Huis Holmare, y dos jarrones de jardín han encontrado un nuevo hogar en Groenoord. Estos restos sirven como recordatorios conmovedores del pasado histórico de Abspoel.
En conclusión, Abspoel es un sitio histórico cautivador que entrelaza historias de vida monástica, retiros nobles, devastación en tiempos de guerra y eventual transformación. Su historia es un testimonio del espíritu perdurable de Oegstgeest y un capítulo fascinante en el rico tapiz de la historia holandesa.
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