En el corazón de Newcastle upon Tyne, dentro del Discovery Museum, se encuentra una pieza notable de la historia marítima que cambió para siempre el curso de la ingeniería naval: la Turbinia. Este elegante e innovador buque, diseñado por el ingenioso Charles Parsons, tiene el honor de ser el primer barco del mundo impulsado por una turbina de vapor, un verdadero prodigio de su época.
En 1884, Charles Parsons revolucionó el mundo de la energía de vapor con su invención de la turbina de vapor. Al darse cuenta del inmenso potencial de su creación, Parsons fundó la Marine Steam Turbine Company en 1893 con la visión de transformar los sistemas de propulsión naval. Para demostrar la superioridad de su motor de turbina, encargó la construcción de un pequeño y ligero buque de acero en el astillero Brown & Hood en Wallsend-on-Tyne. Este buque, lanzado el 2 de agosto de 1894, fue conocido inicialmente como el Experimental Run, pero pronto ganaría el nombre de Turbinia.
La Turbinia era un espectáculo impresionante, con sus líneas delgadas y elegantes y sus potentes motores. Fue cariñosamente apodada el Galgo del Océano de Parsons debido a su notable velocidad y agilidad. Sin embargo, el camino para alcanzar este estatus no estuvo exento de desafíos. Parsons experimentó con varias configuraciones de turbinas y hélices, enfrentando obstáculos significativos como el entonces desconocido fenómeno de la cavitación, que perjudicaba el rendimiento y dañaba las hélices.
Después de casi dos años de experimentación incansable, siete diseños de hélices diferentes y más de 30 pruebas, Parsons y su equipo finalmente perfeccionaron el sistema de propulsión. La Turbinia fue equipada con tres turbinas de flujo axial de Parsons: una de alta presión, una de presión media y una de baja presión, cada una impulsando un eje separado con tres hélices. Esta configuración permitió a la Turbinia alcanzar velocidades sin precedentes, convirtiéndola en el barco más rápido del mundo en ese momento.
El momento de gloria de la Turbinia llegó el 26 de junio de 1897, durante la Revisión de la Flota del Jubileo de Diamante de la Reina Victoria en Spithead. En un movimiento audaz y no anunciado, Parsons pilotó la Turbinia a través de la flota reunida de 165 barcos, demostrando dramáticamente su velocidad y maniobrabilidad. La Turbinia superó fácilmente a los destructores más rápidos de la Royal Navy, dejando a los espectadores, incluido el futuro rey Eduardo VII, asombrados. Esta espectacular demostración probó sin lugar a dudas la superioridad de la propulsión por turbina.
Búsquedas del tesoro en Newcastle upon Tyne
Descubre Newcastle upon Tyne con la búsqueda del tesoro digital de myCityHunt! Resuelve los acertijos, supera las tareas y explora Newcastle upon Tyne de una manera emocionante e interactiva!
El éxito de la Turbinia tuvo un impacto profundo en la ingeniería naval. La Royal Navy, inicialmente escéptica, pronto reconoció el potencial de la propulsión por turbina y realizó más pruebas, que confirmaron el rendimiento de la Turbinia. A finales de 1897, la Turbinia había establecido un récord oficial de velocidad de 34.5 nudos, significativamente más rápido que cualquier otro barco de su tiempo.
Inspirado por este avance, Parsons estableció su propio astillero, Turbine Works, en Wallsend-on-Tyne. La Royal Navy pronto encargó la construcción de dos destructores impulsados por turbina, el HMS Viper y el HMS Cobra, que fueron lanzados en 1899. A pesar de que ambos barcos se hundieron más tarde debido a accidentes, su rendimiento convenció a la Marina de las ventajas de la turbina. Para 1905, se ordenó que todos los nuevos buques de guerra de la Royal Navy estuvieran equipados con motores de turbina, y en 1906, se comisionó el revolucionario HMS Dreadnought, el primer acorazado impulsado por turbina.
La influencia de la Turbinia se extendió más allá de los buques militares. El primer barco civil impulsado por turbina, el King Edward, fue construido por el astillero de Parsons y operado en el río Clyde. Esto fue seguido por el Victorian y el Virginian, los primeros barcos impulsados por turbina en cruzar el Atlántico, y el Lusitania y el Mauretania, que ambos ostentaron el Blue Riband por las travesías más rápidas del Atlántico.
A pesar de su éxito revolucionario, la vida operativa de la Turbinia no estuvo exenta de incidentes. En 1907, sufrió graves daños en una colisión con el buque más grande Crosby. Aunque fue reparada, la Turbinia continuó enfrentando problemas mecánicos y finalmente fue desmantelada y preservada en tierra.
En 1926, la Turbinia fue vendida al Museo de Ciencias de Londres, donde fue exhibida parcialmente debido a limitaciones de espacio. La proa del barco se exhibió en Newcastle upon Tyne desde 1944, y en 1959, el Museo de Ciencias emprendió una reconstrucción de la sección media dañada. La Turbinia completamente restaurada fue exhibida en el Museo Municipal de Ciencia e Industria en Newcastle antes de ser trasladada a su hogar actual en el Discovery Museum en 1994.
Hoy en día, los visitantes del Discovery Museum pueden maravillarse con la Turbinia, un testimonio de la ingeniosidad humana y la búsqueda incansable de la innovación. Su legado perdura, no solo en los anales de la historia marítima, sino también en los innumerables barcos que siguieron su estela, impulsados por la tecnología que Charles Parsons tan brillantemente pionero.
¡Compre sus entradas ahora!
¡Con myCityHunt descubre miles de ciudades de todo el mundo en emocionantes gymkanas, búsquedas del tesoro y juegos de escape!
¡Los vales de myCityHunt son el regalo perfecto para cualquier ocasión! ¡Sorprende a tus amigos y a la familia con este extraordinario regalo! Los vales de myCityHunt tienen una validez de 2 años a partir de la fecha de compra y pueden ser utilizados dentro de este período para una ciudad y un tour de libre elección del portafolio de myCityHunt.