En el corazón de Moncton, New Brunswick, se erige un símbolo de espíritu comunitario y tolerancia religiosa: la Casa de Reuniones Libre. Construida en 1821, este encantador edificio no es solo una estructura; es un testimonio del espíritu colaborativo de los primeros colonos de la región. Al explorar su historia y arquitectura, descubrirás las historias de aquellos que la convirtieron en una piedra angular del patrimonio cultural de Moncton.
La existencia de la Casa de Reuniones Libre se debe a los esfuerzos visionarios de Ichabod Lewis y Solomon Trites. Estos dos hombres, al reconocer la necesidad de un lugar de culto comunitario, lideraron la construcción de este santuario multidenominacional. El 21 de mayo de 1821, se compró un terreno a William y Hannah Steadman por la modesta suma de 20 libras esterlinas. Con materiales donados y mano de obra proporcionada por voluntarios, la casa de reuniones se levantó rápidamente, inaugurada por el misionero bautista Joseph Crandall el 7 de septiembre de 1821.
Durante más de un siglo, la Casa de Reuniones Libre sirvió como hogar espiritual para varios grupos religiosos en Moncton, albergando sus servicios hasta que pudieron establecer sus propias iglesias. Este espíritu de cooperación se mostró vívidamente durante la celebración del centenario del edificio en 1921, cuando diversos grupos, incluidos mormones y laicos locales, trabajaron juntos para restaurar la estructura.
La Casa de Reuniones Libre es un raro ejemplo de arquitectura estilo Nueva Inglaterra en Moncton y tiene la distinción de ser el edificio público más antiguo de la ciudad. Su diseño simple pero robusto presenta un techo a cuatro aguas cubierto de tejas de cedro y ventanas simétricas de guillotina compuestas por múltiples paneles. El exterior está revestido de tablones de abeto moldeados, y la entrada está adornada con pilastras de estilo dórico, lo que le da al edificio un toque de elegancia clásica.
En el interior, la estructura revela su sólida construcción. La base está hecha de piedra de campo, mientras que las paredes están construidas con troncos que se extienden para soportar el techo. Las paredes interiores están revestidas con paneles de madera, cubiertos con una mezcla única de yeso de cal y crin de caballo, ofreciendo un vistazo a las técnicas de construcción de principios del siglo XIX.
Los terrenos de la Casa de Reuniones Libre también sirvieron como cementerio parroquial desde 1816 hasta 1876, añadiendo una capa de profundidad histórica al sitio. Los visitantes de hoy pueden reflexionar sobre las vidas de los primeros colonos de Moncton, quienes encontraron tanto consuelo espiritual como físico en este suelo sagrado.
La Casa de Reuniones Libre se erige como un símbolo de armonía interconfesional y tolerancia religiosa, reconocida como un Sitio Histórico Nacional de Canadá en 1990. Esta designación destaca su papel en fomentar la cooperación entre diferentes comunidades religiosas en las Provincias Atlánticas durante finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. En 1996, Moncton honró aún más el edificio al designarlo como un sitio histórico local.
Hoy en día, la Casa de Reuniones Libre es operada por el Museo de Moncton, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de retroceder en el tiempo y explorar la rica historia de este sitio único. Mientras recorres sus pasillos, imagina las vibrantes discusiones y sinceras oraciones que una vez llenaron el espacio, uniendo a personas de todos los ámbitos de la vida bajo un mismo techo.
La Casa de Reuniones Libre es más que un relicario del pasado; es un monumento viviente a los valores perdurables de comunidad, cooperación y fe. Ya sea que seas un entusiasta de la historia, un aficionado a la arquitectura o simplemente un viajero curioso, una visita a este monumento histórico seguramente será una experiencia memorable.
En conclusión, la Casa de Reuniones Libre en Moncton es un tesoro de historia y patrimonio. Sus muros resuenan con las historias de aquellos que se unieron en un espíritu de unidad y comprensión, convirtiéndola en una parada esencial en cualquier viaje a través del vibrante pasado de New Brunswick.
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