En el corazón de Mataró, España, se encuentra una joya oculta de gran valor arquitectónico e histórico: la Cooperativa Obrera Mataronina, inicialmente conocida como Cooperativa Obrera Mataronense. Este lugar, diseñado por el célebre arquitecto modernista Antoni Gaudí, ofrece a los visitantes una mirada única a las primeras obras de un genio y a los ideales utópicos del movimiento cooperativo del siglo XIX.
La Cooperativa Obrera Mataronina fue fundada en 1864 por Salvador Pagès Inglada, un industrial y tejedor mecánico que se convirtió en una figura destacada del movimiento cooperativo en Cataluña. La cooperativa tenía como objetivo mejorar las condiciones de vida y de trabajo de sus miembros mediante la integración de espacios residenciales e industriales. Esta visión era revolucionaria para su época, reflejando los ideales socialistas utópicos que estaban ganando terreno en Europa.
En 1878, Antoni Gaudí, entonces un joven arquitecto recién graduado de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, fue encargado de diseñar las nuevas instalaciones de la cooperativa en Mataró. La participación de Gaudí en el proyecto marcó su primer encargo arquitectónico significativo y mostró su temprana incursión en las técnicas de diseño innovadoras que más tarde definirían su ilustre carrera.
Los planes de Gaudí para la Cooperativa Obrera Mataronina incluían un complejo integral con edificios industriales, casas residenciales, un casino y varias estructuras de servicio. Aunque la visión completa nunca se llevó a cabo, las estructuras existentes proporcionan una fascinante visión del estilo temprano de Gaudí y su compromiso con un diseño funcional pero estéticamente agradable.
La estructura más notable que se conserva es la Nave Gaudí, originalmente la casa de blanqueo de la cooperativa. Este edificio ejemplifica el uso innovador del espacio y los materiales por parte de Gaudí. El diseño de la nave presenta una serie de arcos catenarios, un elemento estructural que se convertiría en un sello distintivo de las obras posteriores de Gaudí. Estos arcos no solo proporcionan estabilidad estructural, sino que también crean un espacio interior visualmente impactante que es tanto funcional como hermoso.
Al explorar la Cooperativa Obrera Mataronina, te encontrarás con el pabellón de servicios cilíndrico, otra creación de Gaudí. Este pequeño edificio, dividido en secciones separadas para hombres y mujeres, muestra la atención al detalle de Gaudí y su uso de azulejos cerámicos, un material que emplearía frecuentemente en sus obras posteriores. Los frontones escalonados del pabellón y los elementos de diseño caprichosos insinúan el estilo lúdico pero intencionado por el que Gaudí se haría famoso.
Paseando por los terrenos de la cooperativa, casi puedes imaginar la actividad bulliciosa de los trabajadores y sus familias que una vez vivieron y trabajaron aquí. Los planes originales incluían casas residenciales dispuestas en pares, cada una con un pequeño jardín, proporcionando una mezcla armoniosa de espacios privados y comunales. Aunque solo se construyeron algunas de estas casas, el diseño refleja el compromiso de la cooperativa de crear un entorno de apoyo y cuidado para sus miembros.
Uno de los aspectos más intrigantes de la Cooperativa Obrera Mataronina es el casino que nunca se construyó. Los planes de Gaudí para el casino incluían un gran salón adornado con inscripciones filantrópicas, enfatizando los ideales de solidaridad, bondad y avance humano de la cooperativa. Frases como "No hay nada más inmenso que la fraternidad" y "Compañero, sé solidario, practica la bondad" habrían recibido a los visitantes, reforzando la misión de la cooperativa de elevar y unir a sus miembros.
A pesar de los planes ambiciosos, las dificultades financieras finalmente impidieron la plena realización de la visión de Gaudí. La cooperativa enfrentó numerosos desafíos, incluidos los límites económicos y las complejidades de gestionar un proyecto tan innovador. No obstante, las estructuras existentes son un testimonio del espíritu pionero de la cooperativa y del genio arquitectónico de Gaudí.
Hoy en día, la Cooperativa Obrera Mataronina es reconocida como un sitio de patrimonio cultural, listado en el registro de Bienes Culturales de Interés Nacional en Cataluña y en el registro de Interés Cultural en España. Esta designación asegura la preservación de este sitio único, permitiendo que las futuras generaciones aprecien su importancia histórica y arquitectónica.
Visitar la Cooperativa Obrera Mataronina ofrece una rara oportunidad de explorar una de las primeras obras de Gaudí y de obtener una visión de las innovaciones sociales y arquitectónicas del siglo XIX. Ya seas un entusiasta de la arquitectura, un aficionado a la historia o simplemente curioso sobre las raíces del diseño modernista, este sitio proporciona un cautivador viaje a través del tiempo y la creatividad.
Al salir de la Cooperativa Obrera Mataronina, tómate un momento para reflexionar sobre los ideales visionarios que inspiraron su creación. El compromiso de la cooperativa de mejorar la vida de sus miembros a través del diseño innovador y la solidaridad social sigue siendo un poderoso ejemplo de lo que se puede lograr cuando la creatividad y la compasión se unen. Esta joya oculta en Mataró no es solo una pieza de la historia arquitectónica; es un recordatorio del poder duradero del pensamiento visionario y el esfuerzo colectivo.
¡Compre sus entradas ahora!
¡Con myCityHunt descubre miles de ciudades de todo el mundo en emocionantes gymkanas, búsquedas del tesoro y juegos de escape!
¡Los vales de myCityHunt son el regalo perfecto para cualquier ocasión! ¡Sorprende a tus amigos y a la familia con este extraordinario regalo! Los vales de myCityHunt tienen una validez de 2 años a partir de la fecha de compra y pueden ser utilizados dentro de este período para una ciudad y un tour de libre elección del portafolio de myCityHunt.
Cupones de regalo