En la pintoresca región de Marsberg, enclavada en los exuberantes paisajes de Renania del Norte-Westfalia, Alemania, se encuentra una joya oculta de importancia histórica y geológica: el Kilianstollen Marsberg. Conocida localmente como Kilianstollen, esta antigua mina de cobre ha sido transformada en una fascinante mina para visitantes, invitando a aventureros y entusiastas de la historia a adentrarse en las profundidades de la Tierra y explorar el rico patrimonio minero de la zona.
La historia del Kilianstollen Marsberg está profundamente ligada a la minería de cobre en la región, que se remonta al menos al siglo XII. Hay indicios de que ya en el siglo VIII se extraía cobre en Marsberg, y un derecho de acuñación otorgado por la Abadía de Corvey en el año 900 d.C. sugiere que el cobre local se utilizaba para fabricar monedas. Para el año 1150, Conrad III había concedido a Wibald de Stablo los derechos para extraer cobre, oro, plata, plomo y estaño en la zona.
Durante siglos, las actividades mineras se centraron principalmente en los minerales de cobre superficiales, conocidos como Rückenerze. Sin embargo, las operaciones de minería más profundas se veían a menudo obstaculizadas por una gestión inadecuada del agua, lo que provocaba frecuentes inundaciones de los pozos primitivos durante las fuertes lluvias y deshielos. No fue hasta la creación de sindicatos mineros en 1650 que comenzó la minería subterránea más extensa.
El siglo XIX marcó un período significativo de crecimiento para la industria minera de cobre de Marsberg. En 1834, la Stadtberger Gewerkschaft se hizo cargo de las operaciones de minería y fundición, alcanzando un pico de producción en 1863 con alrededor de 200 mineros extrayendo 48,830 toneladas de mineral. A pesar de varios desafíos, incluidas las fluctuaciones económicas y el impacto de los precios del mercado global, las actividades mineras continuaron hasta principios del siglo XX. El último resurgimiento de la industria ocurrió en 1935, pero las operaciones cesaron permanentemente en 1945 después de la Segunda Guerra Mundial.
Después de permanecer inactiva durante varias décadas, el Kilianstollen fue revitalizado y abierto al público como una mina de visitantes en 1984, gracias a los esfuerzos del Marsberger Heimatbund. Esta transformación permite a los visitantes retroceder en el tiempo y experimentar la vida de un minero, explorando los túneles y aprendiendo sobre los aspectos geológicos e históricos de la región.
De abril a octubre, las visitas guiadas llevan a los visitantes a través de la mina, donde pueden observar las formaciones rocosas desde el Devónico Superior hasta el Carbonífero Inferior. Las visitas proporcionan una visión completa de la geología y los procesos de extracción de cobre que alguna vez prosperaron en Marsberg. Se presta especial atención a los métodos utilizados para extraer soluciones portadoras de cobre, ofreciendo una visión de los avances tecnológicos de la época.
Además de su importancia histórica, el Kilianstollen Marsberg también ofrece una experiencia de salud única. En el verano de 2013, se inauguró el Túnel de Salud de Marsberg dentro de la mina. Este entorno terapéutico, caracterizado por una temperatura constante de 10°C y una humedad relativa del 98%, proporciona un aire casi libre de polvo y alérgenos, convirtiéndose en un refugio ideal para personas que buscan alivio respiratorio y relajación.
La historia de la industria minera de Marsberg no está exenta de desafíos ambientales. En la década de 1930, se introdujo un nuevo proceso de fundición que implicaba la tostación clorurante para aumentar el rendimiento del mineral. Este proceso involucraba la adición de cloruro de sodio al mineral crudo, que a altas temperaturas reaccionaba con las sustancias orgánicas en la lutita, produciendo hidrocarburos clorados, incluidos dioxinas y furanos.
El residuo, conocido como Kieselrot, se vendía como arena de fundición y se utilizaba en campos deportivos de toda la Alemania occidental. Sin embargo, en 1991, se descubrió una contaminación significativa de dioxinas y furanos en los campos deportivos de Bremen, con niveles que superaban los límites permisibles hasta diez mil veces. Esto destacó el impacto ambiental a largo plazo de las actividades mineras y la importancia de una gestión responsable de los residuos.
Hoy en día, el Kilianstollen Marsberg se erige como un testimonio del rico patrimonio minero de la región y ofrece una oportunidad única para que los visitantes exploren el mundo subterráneo de los mineros. La entrada, marcada por una robusta puerta y flanqueada por una exuberante vegetación, invita a los visitantes a embarcarse en un viaje a través del tiempo. El tren amarillo brillante para visitantes, con la inscripción Besucherbergwerk, añade un toque de encanto y emoción a la experiencia.
Ya sea que seas un aficionado a la historia, un entusiasta de la geología o simplemente estés buscando una aventura única, el Kilianstollen Marsberg promete una experiencia inolvidable. A medida que recorres los túneles y escuchas los ecos del pasado, ganarás una apreciación más profunda por la ingeniosidad y perseverancia de los mineros que alguna vez trabajaron en estas profundidades.
En conclusión, el Kilianstollen Marsberg es más que una mina para visitantes; es una ventana al pasado, un lugar donde convergen la historia y la geología, y un recordatorio del espíritu perdurable del esfuerzo humano. Así que, ponte el casco, agarra una linterna y prepárate para descubrir los tesoros ocultos del Kilianstollen Marsberg!
¡Compre sus entradas ahora!
¡Con myCityHunt descubre miles de ciudades de todo el mundo en emocionantes gymkanas, búsquedas del tesoro y juegos de escape!
¡Los vales de myCityHunt son el regalo perfecto para cualquier ocasión! ¡Sorprende a tus amigos y a la familia con este extraordinario regalo! Los vales de myCityHunt tienen una validez de 2 años a partir de la fecha de compra y pueden ser utilizados dentro de este período para una ciudad y un tour de libre elección del portafolio de myCityHunt.
Cupones de regalo