Ubicado en el pintoresco pueblo de Linz am Rhein, el majestuoso edificio en Linzhausenstraße 18/20 es un testimonio del talento arquitectónico y del patrimonio industrial de principios del siglo XX. Este impresionante edificio, que sirve como sede de Basalt AG, no solo es un centro de actividad empresarial, sino también un monumento cultural protegido, atrayendo visitantes con su imponente presencia e historia rica.
La historia de Linzhausenstraße 18/20 comienza a principios de la década de 1920, un período marcado por la recuperación posguerra y el crecimiento industrial. Construido entre 1920 y 1923, este edificio reemplazó una estructura anterior para convertirse en la sede administrativa representativa de Basalt AG, la empresa más grande de la región en ese entonces. La visión arquitectónica fue realizada por la reconocida firma Mattar & Scheler, quienes fueron fundamentales en dar forma al paisaje arquitectónico de Linz y más allá.
A pesar de la interrupción de la Primera Guerra Mundial, el proyecto se reanudó con vigor, incorporando el talento artístico del escultor Georg Grasegger y el herrero Heinrich Hecker. Sus contribuciones son evidentes en los intrincados detalles que adornan tanto el interior como el exterior del edificio, mostrando la artesanía de la época.
El edificio es un impresionante ejemplo de arquitectura neobarroca, un estilo que emana elegancia y grandeza. Su estructura de dos a tres pisos mira hacia el Rin con una fachada impresionante que abarca once ejes de ventanas. La característica central es un risalit con frontón, que añade un toque regio a la apariencia del edificio.
El uso de Basaltin, una piedra artificial producida por Basalt AG, le da al exterior una calidad única y duradera. El alto techo mansarda, que se transforma en un techo a cuatro aguas con un piso en el ático en el risalit, completa la majestuosa silueta del edificio.
El Mittelrisalit, o proyección central, llama la atención con su carácter palaciego. Una gran escalera, flanqueada por esculturas de Tritón, conduce a un portal enmarcado por columnas colosales. La rica herrería de la puerta de entrada, junto con los pilares redondeados y el balcón sostenido por consolas, añade al estético opulento.
Sobre el portal, un cartucho con una figura alegórica y un cuerno de la abundancia simboliza la prosperidad. La barandilla de hierro ornamental del balcón y la ventana elíptica enmarcada por esculturas femeninas realzan aún más el atractivo artístico del edificio.
Frente a la estación de tren de Linz, la fachada sureste se caracteriza por su orientación vertical y ocho pilares redondos que se extienden a lo largo de ambos pisos. Los tres balcones con barandillas de hierro forjado añaden un toque de elegancia, mientras que el techo mansarda presenta una mezcla lúdica de ventanas abuhardilladas y aberturas en forma de ojo de buey.
La fachada está delimitada por una balaustrada, proporcionando un límite armonioso que complementa el diseño general del edificio.
En el interior, el edificio continúa impresionando con su uso de Basaltin para escaleras, balaustradas y columnas. La piedra artificial roja pulida de Gebr. Friesicke añade un acabado similar al mármol a los marcos de las puertas, zócalos y cubiertas de calefacción, creando un interior cohesivo y lujoso.
La sala de reuniones ovalada en el piso superior del risalit que da al Rin está adornada con una pintura en el techo del artista muniqués Julius Mössel. Esta obra de arte, que representa un mapa celestial de las constelaciones del hemisferio norte, es una vibrante y asimétrica obra maestra, redescubierta en 2006. Representa la última gran pintura arquitectónica de Mössel antes de su emigración a los Estados Unidos en 1926.
La sala de reuniones también cuenta con dos pinturas supraporte de Mössel, una que ilustra el paisaje alrededor de Ockenfels cerca de Linz y la otra capturando el panorama del Rin con el edificio de Basalt AG y un barco de carga. Estas obras de arte no solo son visualmente cautivadoras, sino que también tienen un valor significativo en la historia del arte.
En conclusión, Linzhausenstraße 18/20 es más que un edificio administrativo; es un símbolo del patrimonio industrial y artístico de Linz am Rhein. Su belleza arquitectónica y su importancia histórica lo convierten en una visita obligada para cualquiera que explore los tesoros culturales de este encantador pueblo alemán.
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