En el encantador pueblo de Český Krumlov se encuentra el Colegio Jesuita, conocido localmente como Jezuitská kolej v Českém Krumlově, que es un testimonio de la rica historia y la belleza arquitectónica de la localidad. Este tesoro histórico, ahora convertido en un lujoso hotel, invita a los visitantes a explorar su pasado mientras disfrutan de las impresionantes vistas del paisaje circundante.
El Colegio Jesuita en Český Krumlov fue fundado en 1588 gracias a los esfuerzos de Wilhelm von Rosenberg, quien invitó a los jesuitas a establecer un sistema de educación superior en la ciudad. El diseño del colegio fue obra de Alexander Vojt, rector del Clementinum en Praga, y la construcción fue llevada a cabo por Baldassare Maggi. Para su edificación, se demolieron seis casas medievales y se utilizaron materiales transportados desde diversas regiones, incluyendo madera que fue llevada por el río Vltava.
Originalmente, el colegio debía tener su propia iglesia, pero este plan nunca se concretó. En su lugar, Wilhelm von Rosenberg les otorgó a los jesuitas el uso de la iglesia de San Vito. Se talló un corredor cubierto a través de la roca, permitiendo a los jesuitas moverse directamente desde el colegio hasta la iglesia. Este corredor, lo suficientemente amplio para que pasen cuatro personas, sigue siendo un elemento fascinante del lugar.
El Colegio Jesuita es un edificio de cuatro alas y tres pisos adornado con esgrafiado renacentista en su fachada y en el patio alargado. El diseño del edificio refleja la elegancia arquitectónica del período renacentista, con detalles intrincados que cautivan a quienes lo visitan.
En su interior, una escalera de caracol conduce a la antigua sala de teatro, mostrando la importancia cultural y educativa que el colegio tuvo en su momento. La fachada del patio presenta los escudos de armas de las familias Rosenberg y Pernstein, junto con el emblema de la orden jesuita, simbolizando la historia entrelazada de estos grupos influyentes.
Después de la disolución de la orden jesuita en 1773, el edificio tuvo varios usos, incluyendo como cuartel hasta 1887. En 1889, fue adquirido por el Banco de Ahorros Checo y transformado en el Hotel Růže, o Hotel Rosa. En 1906 se añadió un ala de teatro, aumentando su atractivo cultural.
El hotel cerró en la década de 1960 debido al deterioro, pero tras una extensa restauración de 1980 a 1991, reabrió como un destino lujoso para viajeros que buscan una combinación de historia y confort.
El Colegio Jesuita una vez tuvo un puente colgante construido en 1591 para acceder a los jardines al otro lado del río Vltava. Aunque fue destruido por una tormenta en 1638, en 1663 se construyó un puente cubierto de madera, visible en antiguos paisajes urbanos. Tras la disolución del monasterio, el puente fue subastado y removido, pero su importancia histórica sigue siendo un punto de interés para los visitantes.
El colegio fue hogar de figuras notables, incluyendo a Bohuslav Balbín, un renombrado profesor, y Kaspar Knittel, un educador jesuita. La farmacia dentro del colegio fue administrada por Jiri Josef Camel, un farmacéutico y botánico que dio su nombre a la planta camelia. Tras la disolución de la orden jesuita, la farmacia fue vendida a Jean de Schwarzenberg y ahora forma parte del Museo Regional de Český Krumlov.
Hoy en día, el Colegio Jesuita en Český Krumlov invita a los visitantes a sumergirse en su rica historia mientras disfrutan de las lujosas comodidades del Hotel Růže. La arquitectura renacentista del edificio y su importancia histórica lo convierten en un lugar imprescindible para quienes exploran la ciudad.
Los huéspedes pueden pasear por los hermosos pasillos restaurados, imaginando las actividades académicas de los antiguos jesuitas, o simplemente relajarse en el entorno sereno. La ubicación del hotel ofrece vistas impresionantes del río Vltava y del pintoresco paisaje urbano, proporcionando un telón de fondo perfecto para una estancia memorable.
En conclusión, el Colegio Jesuita en Český Krumlov es una notable combinación de historia, arquitectura y lujo. Sus muros cuentan historias de una época pasada, invitando a los visitantes a retroceder en el tiempo mientras disfrutan de las comodidades del presente. Ya sea que seas un entusiasta de la historia o un viajero en busca de una experiencia única, este sitio histórico promete un viaje inolvidable por el corazón de Český Krumlov.
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