St. Maria Himmelfahrt, o Mariä Himmelfahrt en la lengua local, se erige como un faro de esplendor espiritual y arquitectónico en el encantador pueblo de Herzogenrath, en Nordrhein-Westfalen, Alemania. Esta basílica neobarroca, construida entre 1913 y 1915, no es solo un lugar de culto, sino también un hito histórico que cuenta la historia del pueblo y su gente.
La historia de St. Maria Himmelfahrt es tan rica e intrincada como los detalles arquitectónicos que adornan su fachada. Herzogenrath, una ciudad que recibió sus derechos de ciudad alrededor de 1260 del último Duque de Limburgo, Walram IV, no tenía su propia iglesia parroquial durante la Edad Media. La zona que ahora se conoce como Herzogenrath estaba principalmente bajo la jurisdicción de la parroquia de St. Lambert en Kerkrade y la Diócesis de Lieja.
No fue hasta los cambios geopolíticos tras la Batalla de Worringen en 1288 que Herzogenrath pasó a estar bajo el control de Brabante, aunque aún no hubo cambios en su estatus eclesiástico. El punto de inflexión significativo llegó durante la Tercera Guerra de Sucesión de Güeldres, cuando Herzogenrath se convirtió en un punto focal debido a su ubicación estratégica. Después de prolongadas negociaciones, finalmente se estableció una parroquia en 1564, separándose de St. Lambert y uniéndose al Decanato de Maastricht en la Diócesis de Lieja.
Inicialmente, los fieles se reunían en una pequeña capilla que servía como su iglesia parroquial. Para 1780, la Diócesis aprobó la demolición de esta modesta estructura para dar paso a una nueva iglesia, que fue consagrada en Navidad de 1781. La parroquia de St. Maria Himmelfahrt experimentó varios cambios administrativos, especialmente durante la ocupación francesa y la posterior incorporación a la recién fundada Diócesis de Aquisgrán en 1801.
Con el Tratado de Aquisgrán en 1816, Herzogenrath pasó a formar parte del Reino de Prusia. Sin embargo, no fue hasta 1821, con la Bula Papal De salute animarum, que la Diócesis de Aquisgrán fue disuelta, y la parroquia se expandió para incluir áreas al oeste del Wurm. Esta expansión marcó su integración en la reestablecida Arquidiócesis de Colonia.
El rápido crecimiento de la población debido a la minería y la industrialización en el siglo XIX hizo necesaria la expansión o reconstrucción de la iglesia. Después de años de planificación y varias propuestas arquitectónicas, se seleccionó el diseño neobarroco del maestro constructor distrital Heinrich van Kann. La iglesia existente fue demolida en 1913, y la nueva basílica fue completada y consagrada en octubre de 1915.
La arquitectura de la basílica es un testimonio del esplendor neobarroco. La nave principal, construida en una orientación norte-sur, se extiende ligeramente entre las dos torres de aproximadamente 40 metros de altura. Tanto las naves laterales como el coro tienen terminaciones rectangulares. Cuatro bóvedas cuadradas se elevan sobre la nave principal y el coro, con las naves laterales y los coros subsidiarios también presentando bóvedas cuadradas. Las extensiones de las naves laterales hacia las torres están rematadas con bóvedas de cañón.
El interior de St. Maria Himmelfahrt es tan cautivador como su exterior. El altar mayor neobarroco, diseñado por Johann Curtius de Aquisgrán, fue elaborado por Johann y Alfons Dörr en Saulgau, quienes también crearon los dos altares laterales dedicados a San José y la Santa Cruz. Originalmente, la iglesia estaba adornada con pinturas figurativas de temática mariana por Hans Schaffrath. Aunque estas pinturas no pudieron ser preservadas o restauradas, Günther Reul dio a la iglesia un nuevo esquema de color en 1953.
El órgano de la iglesia tiene su propia historia fascinante. Durante el periodo de secularización, muchos órganos fueron vendidos, lo que permitió a Herzogenrath adquirir un órgano de la Iglesia de Santa Catalina en Maastricht. Este instrumento, construido por el organero Joseph Binvignat, fue transferido e instalado en St. Maria Himmelfahrt. En la nueva iglesia, se instaló un órgano provisional de la compañía Stahlhuth de Aquisgrán en octubre de 1915. Este fue vendido más tarde en 1950 cuando se comenzó a construir un nuevo órgano por el instituto de construcción de órganos Karl Bach, con extensas restauraciones llevadas a cabo por el organero Werner Gibisch en 2013.
Hoy en día, la parroquia de St. Maria Himmelfahrt es parte del Decanato Herzogenrath/Merkstein en la Diócesis de Aquisgrán. Desde 2002, ha formado una asociación parroquial con St. Gertrud y St. Antonius, conocida como la Asociación Parroquial Herzogenrath-Mitte.
St. Maria Himmelfahrt no es solo una joya arquitectónica, sino también un testimonio vivo de la fe y la resiliencia de la comunidad de Herzogenrath. Sus muros resuenan con las oraciones y esperanzas de generaciones, convirtiéndola en una visita obligada para cualquier persona interesada en la historia, la arquitectura o la espiritualidad. Ya seas un aficionado a la historia, un entusiasta de la arquitectura o simplemente un viajero curioso, una visita a St. Maria Himmelfahrt promete un viaje a través del tiempo y una experiencia de serena belleza.
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