Ubicada majestuosa en Capital Hill en Canberra, la Casa del Parlamento de Australia se alza como un faro de arquitectura moderna y gobernanza democrática. Esta estructura icónica, con sus amplios jardines y su imponente asta de bandera, no es solo un centro de poder, sino también un símbolo de la vibrante historia de la nación y su compromiso con la democracia. Al acercarte a esta maravilla arquitectónica, te sientes inmediatamente atraído por su grandeza y las historias que guarda entre sus muros.
El camino para establecer Canberra como la capital de la nación fue una historia de rivalidad y compromiso. A principios del siglo XX, la feroz competencia entre Melbourne y Sídney por el título de ciudad capital llevó a la decisión de crear una nueva ciudad. Así nació Canberra, enclavada en los serenos paisajes de Nueva Gales del Sur, estratégicamente ubicada para servir como el corazón de la nación. Esta decisión fue consagrada en la Constitución australiana, asegurando que la capital estaría al menos a 100 millas de Sídney, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la gobernanza australiana.
Antes de que existiera la brillante estructura de la Nueva Casa del Parlamento, la Antigua Casa del Parlamento sirvió como centro político desde 1927 hasta 1988. Este edificio provisional, inicialmente esperado para durar 50 años, se convirtió en un querido símbolo de la política australiana, a pesar de sus limitaciones de espacio. La necesidad de una instalación más amplia y moderna llevó al ambicioso proyecto de construir la Nueva Casa del Parlamento, una empresa que redefiniría el paisaje arquitectónico de Canberra.
El diseño de la Nueva Casa del Parlamento fue el resultado de un concurso internacional, atrayendo 329 propuestas de 29 países. El diseño ganador de Mitchell/Giurgola & Thorp Architects imaginó un edificio que se integraría perfectamente con los contornos naturales de Capital Hill. La construcción comenzó en 1981, y a pesar de no cumplir con su plazo y presupuesto iniciales, el edificio fue inaugurado oficialmente el 9 de mayo de 1988 por la Reina Isabel II. Su diseño refleja un profundo respeto por el paisaje australiano, con la mayor parte de la estructura enterrada bajo la colina, permitiendo a los visitantes caminar sobre ella, simbolizando al pueblo por encima del gobierno.
Al entrar, te recibe la opulenta escalera de mármol del vestíbulo principal, que conduce al Gran Salón. Aquí, un magnífico tapiz basado en la pintura Shoalhaven Landscape de Arthur Boyd adorna las paredes, ofreciendo un vistazo al patrimonio artístico de Australia. Las cámaras de la Cámara de Representantes y el Senado son espacios vibrantes, decorados en verde y rojo, respectivamente, reflejando los colores de la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores británicas.
Elevándose 81 metros hacia el cielo, el asta de bandera de la Casa del Parlamento es un espectáculo impresionante. Coronada con la bandera australiana más grande del país, sirve como un orgulloso símbolo de unidad nacional. El asta en sí es una proeza de ingeniería, fabricada con acero inoxidable pulido y con un peso de 250 toneladas. Su visibilidad tanto desde dentro como desde fuera del edificio la convierte en un emblema perdurable del espíritu democrático de la nación.
El atrio de la Casa del Parlamento es un tributo a la rica herencia indígena de Australia. La pieza central es el mosaico Possum and Wallaby Dreaming, diseñado por el artista indígena Michael Nelson Jagamarra. Esta impresionante obra de arte, elaborada con 90,000 piezas de granito cortadas a mano, representa la conexión de los pueblos aborígenes con la tierra y el lugar de encuentro que se ha convertido Canberra. Es un poderoso recordatorio de la profunda historia cultural de la nación.
La Casa del Parlamento es más que un edificio; es un símbolo vivo de la democracia australiana. Con 4,700 habitaciones, incluyendo la Oficina del Primer Ministro y la sala del Gabinete, sirve como el epicentro de la vida política de la nación. Los visitantes pueden explorar muchas áreas públicas, obteniendo una visión del funcionamiento del gobierno australiano y el proceso democrático.
Ninguna visita a Canberra está completa sin un recorrido por la Casa del Parlamento. Ya seas un entusiasta de la historia, un aficionado a la arquitectura o simplemente curioso sobre el funcionamiento de la democracia australiana, este edificio icónico ofrece algo para todos. Los amplios jardines y las vistas panorámicas desde Capital Hill proporcionan un telón de fondo perfecto para la reflexión y la apreciación del viaje de la nación.
En conclusión, la Casa del Parlamento en Canberra no es solo un asiento de gobierno; es un testimonio del pasado, presente y futuro de Australia. Sus muros resuenan con las historias de una nación que ha crecido y evolucionado, abrazando su diversa herencia e ideales democráticos. Una visita aquí es una invitación a ser parte de esa historia en curso, para presenciar el corazón mismo de la vibrante democracia de Australia.
¡Compre sus entradas ahora!
¡Con myCityHunt descubre miles de ciudades de todo el mundo en emocionantes gymkanas, búsquedas del tesoro y juegos de escape!
¡Los vales de myCityHunt son el regalo perfecto para cualquier ocasión! ¡Sorprende a tus amigos y a la familia con este extraordinario regalo! Los vales de myCityHunt tienen una validez de 2 años a partir de la fecha de compra y pueden ser utilizados dentro de este período para una ciudad y un tour de libre elección del portafolio de myCityHunt.
Cupones de regalo