Ubicada en el corazón del departamento del Ródano, en la encantadora comuna de Bron, se encuentra la Maison forte de Bron, un notable vestigio de la era feudal. Como el único vestigio feudal que queda en Bron, esta casa fortificada ofrece una fascinante mirada al pasado medieval y a la evolución de la arquitectura y la sociedad a lo largo de los siglos.
La historia de la Maison forte de Bron es tan rica y compleja como los tapices que una vez adornaron sus paredes. Todo comenzó en 1248 con Josselme, el señor de Saint-Symphorien-d'Ozon y Bron, quien encargó la construcción de esta casa fortificada. En 1260, Ysnard de Bron, un antiguo canónigo de Lyon, asumió como señor de Bron, seguido por Jean en 1369 y otro Jean que rindió homenaje al Delfín Luis en 1413.
La línea continuó con Catherine, la heredera de Bron, quien se casó con Jean de Buirin. Al quedar viuda en 1594, legó las tierras de Bron a su sobrino, Gaspard de Laube, quien también era señor de Beaumont y Saint-Trivier. El hijo de Gaspard, Louis de Laube, y más tarde Jacques, un caballero a finales del siglo XVII y principios del XVIII, heredaron el título de señor de Bron.
En 1739, André Emmanuel, un ex capitán del regimiento de Picardía y bisnieto de Louis, se convirtió en el señor de Bron y Saint-Trivier. A la muerte de André Emmanuel en 1754, su hija Gabrielle heredó la propiedad. Gabrielle, viuda de M. de Révillat, señor de Colonne, fue sucedida por su hermana menor Marie en 1780. Marie se había casado con su primo Jean-Henri de Laube, un caballero y conde de Saint-Jean, en 1739. La propiedad pasó entonces a su hija Jeanne Antoinette en 1780, quien se casó con Louis, marqués de Leusse, en 1765. El marqués y la marquesa fueron arrestados durante la Revolución Francesa, pero la marquesa logró escapar y esconderse bajo el nombre de viuda Pèche. La línea familiar de Laube terminó con su muerte en 1831.
En 1936, la familia Berliet compró la propiedad. Más tarde, un grupo inmobiliario dividió la casa en apartamentos, transformándola en un condominio.
La Maison forte de Bron, erigida en el siglo XIII, es un testimonio de la arquitectura medieval. La propiedad cubría originalmente las áreas de Croix y Rafour. Un muro defensivo rodeaba el edificio, y una torre redonda con un techo cónico se situaba en la esquina sureste de la propiedad. Un edificio rectangular largo estaba adjunto a esta torre, extendiéndose hasta el pabellón sur.
El edificio principal, casi cuadrado en forma, consta de una planta baja y dos pisos superiores. Está coronado con un techo de tejas a cuatro aguas y flanqueado por dos pabellones más pequeños al sur y al este. A lo largo de los siglos, particularmente en los siglos XIX y XX, los trabajos de renovación, incluida la adición de aberturas, transformaron la morada feudal en una casa burguesa.
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Visitar la Maison forte de Bron es como retroceder en el tiempo. Al caminar por las antiguas puertas, casi se pueden escuchar los ecos del pasado. Las robustas paredes, que han resistido la prueba del tiempo, cuentan historias de los señores y damas que una vez llamaron a este lugar su hogar.
Uno de los puntos destacados de la Maison forte de Bron es la torre redonda, una característica esencial de las fortificaciones medievales. Imagina estar en la torre, mirando sobre la propiedad y visualizando el paisaje tal como era hace siglos. El largo edificio rectangular, que una vez sirvió como espacio funcional, ahora añade al encanto histórico de la propiedad.
La Maison forte de Bron también es conocida por sus símbolos heráldicos. El escudo de la familia de Laube presenta un ciervo dorado saltando sobre una roca plateada, con un fondo azul. El escudo de la familia de Leusse muestra dos lucios plateados espalda con espalda en un campo rojo, con tres cruces maltesas doradas en las esquinas.
En el siglo XX, la Maison forte de Bron experimentó cambios significativos. La familia Berliet, conocida por sus contribuciones a la industria automotriz, adquirió la propiedad en 1936. Más tarde, un grupo inmobiliario dividió la casa en apartamentos, transformándola en un condominio. A pesar de estos cambios modernos, la Maison forte de Bron conserva su esencia histórica y sigue siendo un hito apreciado en Bron.
La Maison forte de Bron es más que un edificio histórico; es un símbolo del rico patrimonio de Bron y la región del Ródano. Sus paredes han sido testigos de siglos de historia, desde tiempos medievales hasta la era moderna. Una visita a esta casa fortificada es un viaje a través del tiempo, ofreciendo una visión única del pasado y el legado duradero de las familias que una vez la llamaron hogar. Ya sea que seas un entusiasta de la historia o simplemente busques explorar una parte del patrimonio cultural de Francia, la Maison forte de Bron es un destino imprescindible.
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