La Colegiata de San Pedro y San Guido, conocida localmente como Colegiata Sint-Pieter-en-Sint-Guidokerk, es una impresionante iglesia católica romana situada en el corazón de Anderlecht, un encantador municipio de Bruselas, Bélgica. Este notable edificio, dedicado a San Pedro y San Guido, es un testimonio del rico patrimonio histórico y arquitectónico de la región.
Los orígenes de la Colegiata de San Pedro y San Guido se remontan a los siglos X y XI, cuando se cree que una capilla primitiva se encontraba en este mismo lugar. Desafortunadamente, no han sobrevivido restos de esta estructura temprana. La iglesia como la conocemos comenzó a tomar forma en el siglo XI, con el establecimiento de un capítulo de canónigos cerca de una iglesia familiar dedicada a San Pedro. Esta iglesia románica inicial fue el principal lugar de culto para el pueblo de Anderlecht, fundado en 1046 por Reinelde d'Aa, miembro de la influyente familia del Ducado de Brabante.
Las raíces románicas de la iglesia todavía son visibles hoy en la cripta del siglo XI bajo el presbiterio. Esta cripta, destinada a la veneración de reliquias, alberga una lápida muy antigua adornada con un simple diseño de rama. Según la tradición, se cree que esta tumba es la de San Guido, el Pobre de Anderlecht, quien falleció alrededor del año 1012. Con el tiempo, la tumba de San Guido atrajo a numerosos peregrinos, transformando la iglesia en un lugar de dedicación al santo.
La actual estructura gótica brabanzona de la Colegiata de San Pedro y San Guido fue erigida en etapas, principalmente entre 1350 y 1527. En ese momento, Anderlecht era un modesto pueblo en las afueras de Bruselas, con una población de apenas 300 habitantes. A pesar de su pequeño tamaño, la iglesia fue diseñada para albergar grandes congregaciones, reflejando su importancia como centro regional de culto.
La construcción de la iglesia involucró a varios arquitectos notables, incluyendo a Hendrik de Mol, Jan van Ruysbroeck, Jan van Evergem y Louis van Bodeghem. Jan van Ruysbroeck, el arquitecto de la corte de Felipe el Bueno, jugó un papel crucial en la construcción del coro durante la década de 1460. El impresionante portal de la iglesia fue diseñado por Louis van Bodeghem, conocido por su trabajo en el Monasterio Real de Brou en Francia. La torre cuadrada, que ahora presenta una aguja neogótica, fue completada por Matthijs III Keldermans en 1527.
La Colegiata de San Pedro y San Guido ha sido un punto focal para varios eventos tradicionales a lo largo de los siglos. Una de estas tradiciones, que data del Antiguo Régimen, involucraba a jóvenes campesinos participando en un triple galope alrededor de la iglesia durante las celebraciones de Pentecostés. El ganador de esta peligrosa carrera recibía una medalla de plata y era coronado con un sombrero de rosas. Sin embargo, esta costumbre fue abolida en 1752 debido a los riesgos inherentes.
Durante el régimen francés en 1796, el colegio de canónigos fue disuelto, pero la iglesia retuvo su título colegial. En el siglo XIX, se llevaron a cabo importantes trabajos de restauración bajo la dirección del arquitecto Jules-Jacques Van Ysendyck. Esta restauración llevó al descubrimiento de varias pinturas murales de principios del siglo XV y XVI. La torre cuadrada de la iglesia también fue coronada con una aguja neogótica diseñada por Van Ysendyck en 1898, dando a la iglesia su apariencia icónica actual.
La Colegiata de San Pedro y San Guido es un impresionante ejemplo de arquitectura gótica brabanzona, con elementos de estilo neogótico añadidos en el siglo XIX. La iglesia está construida con piedra procedente de Avesnes, en el norte de Francia, y de la cantera de Dilbeek, en la actual Brabante Flamenca. El portal principal está adornado con estatuas de San Pedro, la Madonna con el Niño y San Guido, aunque los originales han sido reemplazados por copias para preservarlos.
La aguja de la iglesia, una característica prominente en el horizonte de Bruselas, refleja el renacimiento neogótico del siglo XIX en Bélgica. Sin embargo, el peso de la aguja combinado con la inestabilidad del suelo ahora representa una amenaza para la estabilidad de la torre.
El interior de la iglesia, con forma de cruz latina, presenta una nave con cuatro tramos bajos y un coro relativamente profundo. Las paredes están adornadas con escenas que representan la vida de San Guido, el martirio de San Erasmo y San Cristóbal llevando al niño Jesús. La Capilla de Nuestra Señora de la Gracia alberga una estatua de la Virgen María del siglo XV, originalmente del Monasterio Cartujo de Scheut.
Las vidrieras de la iglesia, que datan de los siglos XV y XVI, representan a la Virgen con el Niño y la Intercesión. Las ventanas más recientes, instaladas en los siglos XIX y XX, incluyen una representación del Concilio Vaticano II de 1962. El gran órgano neogótico, construido por Georges Haupt, cuenta con 45 registros en tres manuales y pedal y fue inaugurado en 1937.
La cripta de la Colegiata de San Pedro y San Guido, que data del período románico, está notablemente bien conservada. Esta cripta semienterrada, con sus once estrechas ventanas y tres naves, termina con un raro ábside de tres lados. Las columnas centrales, algunas de las cuales son monolíticas, dan credibilidad a la leyenda de que fueron reutilizadas de una antigua villa romana.
En el centro de la cripta se encuentra una losa trapezoidal, que se cree que es la tumba de San Guido. Los peregrinos solían deslizarse por una estrecha abertura debajo de la losa para que el santo concediera sus deseos. La mampostería de la cripta fue reforzada en el siglo XV y restaurada en el siglo XIX, dando a las piedras una apariencia homogénea.
La Colegiata de San Pedro y San Guido no es solo un lugar de culto; es un monumento vivo al rico patrimonio histórico y arquitectónico de Anderlecht. Sus muros resuenan con historias de devoción, tradición y arte, convirtiéndolo en un destino imprescindible para cualquiera que explore Bruselas.
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