En el encantador pueblo de Aichach, situado en el corazón de Baviera, Alemania, se encuentra la magnífica iglesia parroquial católica Mariä Himmelfahrt, un monumento de gran relevancia histórica y arquitectónica. Este monumento protegido ha sido testigo de siglos de historia, evolucionando a través de diversos estilos arquitectónicos y restauraciones, lo que lo convierte en un destino imprescindible tanto para los entusiastas de la historia como para los turistas ocasionales.
Los orígenes de Mariä Himmelfahrt se remontan al 17 de septiembre de 1153, cuando fue mencionada por primera vez en registros históricos. Inicialmente una estructura románica, la iglesia experimentó transformaciones significativas a lo largo de los siglos. En 1210, el Duque Ludwig el Kelheimer confió la iglesia a la Orden Teutónica. La nave original románica probablemente terminaba en los escalones actuales del coro, y solo la parte inferior de la torre ha sobrevivido de ese período.
Alrededor de 1450, la iglesia fue remodelada a su forma actual. Durante esta renovación, se tapiaron seis ventanas en la pared alta de la nave central, y las naves laterales y la central, previamente más bajas, se elevaron a su altura actual. En el siglo XVIII se añadieron dos pequeñas capillas en el pasillo lateral sur en 1709 y 1777. En 1771, la iglesia experimentó modificaciones barrocas, solo para restaurar sus elementos góticos durante una renovación interior entre 1861 y 1863.
Richard Berndl, un arquitecto muniqués conocido por sus diseños historicistas, reimaginó el interior de la iglesia entre 1906 y 1908. Su visión incluyó un llamativo esquema de pintura violeta y la instalación de iluminación eléctrica. Renovaciones posteriores a mediados del siglo XX vieron la eliminación de las decoraciones Jugendstil (Art Nouveau) y un regreso al esquema de color original para el altar mayor. La restauración más reciente comenzó en 2011, enfocándose en el techo, las paredes exteriores y el campanario, culminando con la instalación de seis nuevas campanas de bronce y un marco de campana de madera a principios de 2017. La renovación interior en curso, que se espera cueste más de un millón de euros, tiene como objetivo restaurar las Estaciones de la Cruz Jugendstil de Georg Busch a su antigua gloria.
Al entrar en Mariä Himmelfahrt, uno se ve inmediatamente impresionado por la armoniosa mezcla de estilos arquitectónicos que narran la evolución de la iglesia. El altar mayor, elaborado en estilo Rococó por Johann Anton Wiest de Schrobenhausen, es una copia simplificada del altar mayor en Osterhofen de Egid Quirin Asam. Este altar, con sus detalles intrincados y su significancia histórica, es un punto focal del interior de la iglesia.
Un punto destacado de la iglesia es su órgano Klais, instalado en 1989. Este impresionante instrumento cuenta con 42 registros y 2,773 tubos, meticulosamente elaborados de estaño y madera. El órgano, alojado en una ampliada caja Jugendstil, fue sometido a una restauración integral en 2020 por el taller de órganos Weishaupt, asegurando que su majestuoso sonido continúe resonando a través de la iglesia.
Otro elemento notable dentro de la iglesia es el grupo de la Crucifixión de alrededor de 1908, junto con las Estaciones de la Cruz también creadas por Georg Busch en el mismo período. Estas esculturas de arenisca, con su detallada artesanía, ofrecen una reflexión conmovedora del patrimonio artístico de la iglesia. Además, la iglesia alberga una vidriera que representa a Santa Ana con la Virgen y el Niño, que data de principios del siglo XVI, añadiendo un toque de encanto medieval al interior.
La historia de las campanas de la iglesia es tan rica como el propio edificio. Después de la Primera Guerra Mundial, la iglesia tenía un conjunto de cinco campanas, algunas de las cuales sobrevivieron a la guerra o fueron fundidas posteriormente. Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial, las campanas de bronce fueron retiradas y fundidas para el esfuerzo bélico. En 1947, un nuevo conjunto de cinco campanas de acero fue donado por Robert Haselberger y fundido por el Bochumer Verein. Estas campanas, colgadas con badajos de contrapeso en un marco de campana de acero, sirvieron a la iglesia hasta 2016, cuando nuevas campanas de bronce fueron fundidas por la fundición de campanas Bachert en Karlsruhe. A pesar de algunos desafíos iniciales con la fundición, las nuevas campanas sonaron oficialmente el 24 de diciembre de 2016. Sin embargo, debido a preocupaciones estructurales, las campanas tres a seis fueron temporalmente silenciadas en marzo de 2020, con esfuerzos en curso para mitigar las vibraciones que afectan la torre.
Una visita a Mariä Himmelfahrt ofrece un viaje a través del tiempo, mostrando el rico tapiz de la historia religiosa y cultural de Aichach. Desde sus inicios románicos hasta sus transformaciones góticas, barrocas y Jugendstil, la iglesia se erige como un testimonio del patrimonio perdurable de la ciudad. Ya sea que te atraiga su belleza arquitectónica, su significancia histórica o la atmósfera serena, Mariä Himmelfahrt es un destino cautivador que promete dejar una impresión duradera.
En conclusión, Mariä Himmelfahrt es más que una iglesia; es un monumento viviente a la historia y cultura de Aichach. Sus paredes resuenan con las historias de siglos pasados, invitando a los visitantes a explorar y reflexionar sobre el rico patrimonio que ha dado forma a esta notable ciudad. Una visita a esta histórica iglesia es un viaje a través del tiempo, ofreciendo una visión única del legado espiritual y arquitectónico del corazón de Baviera.
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