Ubicado en el encantador pueblo de Český Krumlov, el Pivovar Eggenberg, conocido localmente como Historický pivovar Český Krumlov, es un pilar de la tradición cervecera y del patrimonio checo. Esta cervecería histórica no es solo un lugar donde se elabora cerveza; es un testimonio de siglos de artesanía, cultura e historia.
Los orígenes del Pivovar Eggenberg se remontan al siglo XIII, cuando el arte de la cervecería comenzó a florecer en Český Krumlov. La historia de la cervecería está entrelazada con familias nobles, incluyendo los Rožmberks y los Eggenbergs, quienes desempeñaron papeles fundamentales en su desarrollo. El nombre actual de la cervecería honra a los Eggenbergs, quienes asumieron el control de la propiedad después de que la línea de los Rožmberks se extinguiera.
A lo largo de su historia, la cervecería ha experimentado numerosas transformaciones. Inicialmente, la elaboración de cerveza se realizaba dentro del Castillo de Český Krumlov, pero a medida que la demanda creció, las operaciones se trasladaron a una instalación dedicada en el distrito de Latrán. Este traslado marcó el comienzo de una nueva era para la cervecería, permitiéndole expandirse y modernizarse a lo largo de los siglos.
En el siglo XVIII, la familia Schwarzenberg adquirió la cervecería, inaugurando un período de estabilidad e innovación. Bajo su administración, la cervecería adoptó técnicas modernas de elaboración y expandió sus capacidades de producción. Para el siglo XIX, Pivovar Eggenberg se había convertido en un actor importante en la industria cervecera checa, reconocido por su cerveza de alta calidad.
La introducción de la fermentación inferior y los avances en tecnología cervecera permitieron a la cervecería producir una diversa gama de cervezas, atendiendo a gustos y preferencias en evolución. A pesar de desafíos como incendios y convulsiones políticas, la cervecería continuó prosperando, adaptándose a los tiempos cambiantes.
Después de un período de declive durante la era comunista, Pivovar Eggenberg experimentó un renacimiento tras la Revolución de Terciopelo. La privatización en la década de 1990 insufló nueva vida a la cervecería, conduciendo a importantes inversiones en infraestructura y en instalaciones de producción. Hoy en día, la cervecería se erige como un símbolo de resiliencia y renovación, continuando la producción de las queridas cervezas checas.
En años recientes, la cervecería ha abrazado sus raíces históricas al rebautizarse como Historický pivovar Český Krumlov. Este guiño a la tradición es evidente en el compromiso de la cervecería de preservar métodos tradicionales de elaboración mientras incorpora innovaciones modernas.
Los visitantes de Pivovar Eggenberg están de enhorabuena. La cervecería ofrece visitas guiadas que llevan a los huéspedes en un cautivador viaje a través de su rica historia. Al recorrer los edificios históricos, encontrarás equipos de elaboración originales, aprenderás sobre el proceso de elaboración y obtendrás información sobre el papel de la cervecería en la conformación de la comunidad local.
La visita culmina en una sesión de degustación, donde los visitantes pueden probar una selección de las mejores cervezas de la cervecería. Desde lagers refrescantes hasta ales robustas, cada cerveza refleja la dedicación de la cervecería a la calidad y tradición. La sala de degustación, con su encanto rústico y cálido ambiente, proporciona el escenario perfecto para saborear estas cervezas excepcionales.
Pivovar Eggenberg es celebrado por su diversa gama de cervezas, cada una elaborada con precisión y pasión. Entre los destacados se encuentra el Eggenberg Lager, un pilsner checo clásico conocido por su tono dorado y sabor equilibrado. Para aquellos que buscan algo único, la cervecería también produce cervezas estacionales y especiales, ofreciendo un sabor de innovación junto a la tradición.
El compromiso de la cervecería con la calidad se extiende más allá de sus productos. Pivovar Eggenberg participa activamente en la comunidad local, apoyando eventos culturales e iniciativas que celebran el rico patrimonio de Český Krumlov. Esta conexión con la comunidad es un testimonio del legado perdurable de la cervecería y su papel como un hito cultural.
Una visita a Pivovar Eggenberg es una parte esencial de cualquier viaje a Český Krumlov. La ciudad en sí es un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO, reconocida por sus pintorescas calles, arquitectura histórica y vibrante escena artística. Después de explorar la cervecería, tómate un tiempo para pasear por las calles adoquinadas de la ciudad, visitar el majestuoso Castillo de Český Krumlov y disfrutar de la belleza escénica del río Vltava.
Ya seas un entusiasta de la cerveza, un aficionado a la historia o simplemente busques una experiencia cultural única, Pivovar Eggenberg ofrece algo para todos. Su mezcla de historia, artesanía y espíritu comunitario lo convierte en un destino imprescindible en el corazón de la República Checa.
En conclusión, Pivovar Eggenberg se erige como un faro de tradición e innovación, un lugar donde el pasado y el presente convergen en el arte de la cervecería. Su rica historia, compromiso con la calidad y vibrante participación comunitaria lo convierten en una verdadera joya en el encantador pueblo de Český Krumlov.
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